Estudiantes
y educadores de casi un centenar de centros de enseñanza desfilaron
en Managua en el acto central por el 154 aniversario de la batalla
de San Jacinto y el 189 de la Independencia de Centroamérica,
reporta Prensa Latina.
La conmemoración, presidida por el jefe del Estado nicaragüense,
Daniel Ortega, fue precedida por desfiles similares a lo largo del
día en todos los municipios del país, durante los cuales estudiantes
y jóvenes tomaron las calles de ciudades y poblados para celebrar
las Fechas Patrias.
Un día como hoy, el 14 de septiembre de 1856, unos 120 patriotas
comandados por el entonces coronel José Dolores Estrada, derrotaron
en desigual combate a más de 300 filibusteros del aventurero
estadounidense William Walker, y pusieron fin a sus ambiciones de
gobernar Centroamérica y anexarla a Estados Unidos.
Esa victoria ha quedado grabada para siembre como ejemplo de
patriotismo y de dignidad para los nicaragüenses, dijo hoy el
presidente Ortega al recordar aquel acontecimiento, protagonizado en
la hacienda San Jacinto, no lejos de Managua, hoy convertida en
museo.
El heroismo de Andrés Castro, quien tras quedar desarmado atacó
con piedras a los filibusteros norteamericanos, y de los indios de
Matagalpa, que se enfrentaron con sus arcos y flechas a los fusiles,
quedó para las siguientes generaciones de nicaragüenses como el
paradigma a seguir en defensa de la independencia y la soberanía de
la nación.
La celebración del aniversario de la batalla de San Jacinto, dijo
hoy el mandatario nicaragüense, es la ratificación de la voluntad de
los patriotas que 35 años antes, el 15 de septiembre de 1821,
hicieron realidad los sueños de independencia al firmar el Acta que
terminó oficialmente con el dominio español sobre América Central,
hecho del cual mañana se conmemorarán 189 años.
En su breve alocución, Daniel Ortega anunció que el gobierno
destinará un fondo, con recursos provenientes de las empresas
creadas en el marco de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de
Nuestra América (ALBA), para financiar becas para los mejores
estudiantes del país del último grado de primaria y secundaria, a
fin de garantizar la continuidad de sus estudios.
Se trata de que nadie tenga que interrumpir sus estudios por
falta de recursos, dijo el mandatario sandinista, y subrayó que es
una batalla para que las familias más humildes puedan acceder a la
educación y al conocimiento, a la ciencia y la tecnología, como la
mejor forma de promover la lucha contra la pobreza.