El estudio del legislativo afirmó que de todo el arsenal de 365 mil armas que son introducidas ilegalmente en el país en el año, solo son decomisadas 180 mil, el 49 por ciento del total.

Añade que pese a conocerse el modus operandi para ubicar aquí las armas, se trata de una situación que requiere de una política binacional, en coordinación con Washington, donde hasta ahora no han querido asumir responsabilidades.

Legisladores del partido de gobierno y también de la oposición afirmaron que buena parte de ese armamento es introducido por las aduanas nacionales, por lo que se hace necesario depurar esa entidad, ya que se trata de un problema de seguridad nacional.

El diputado Marín Díaz, del Partido de la Revolución Democrática y miembro de la Comisión de Seguridad de la cámara baja, dijo que no se puede considerar en absoluto como una importación del todo ilegal, debido a que muchos encargados de la lucha contra la delincuencia organizada saben de esas importaciones.

El propio parlamentario expresó a un informativo capitalino que el combate contra el narcotráfico que libra el gobierno mexicano no ha podido resolver el flagelo, ya que se trata de un negocio millonario.

Por su parte, el diputado del Partido Acción Nacional, Camilo Ramírez, secretario de la Comisión de Justicia, también vinculó la existencia del problema a la falta de un refuerzo necesario en la actuación de las aduanas.

Los legisladores coincidieron en que la situación seguirá sin solución mientras Estados Unidos no termine con la venta libre de armas de fuego en su territorio.