Berlín, 15 de septiembre de 2010
Estimadas señoras y señores:
El evento de hoy se debe a una triste ocasión.
Hace justo 12 años fueron detenidos por el FBI en
Miami, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González, Gerardo
Hernández y Fernando González, por haberse declarado luchadores
contra el terrorismo. No sólo los cubanos deben agradecerle sus
vidas y su salud, sino también los visitantes de la isla caribeña.
Con su accionar, Ramón, Antonio, René, Gerardo y Fernando han
impedido desde inicios de los 90, más de 100 ataques contra el
pueblo cubano.
Mientras que los Cinco cubanos reunían
información sobre los actos terroristas y el gobierno de La Habana
solicitaba ayuda a las autoridades de EE.UU. para luchar contra el
terrorismo, Washington toleraba los ataques terroristas provenientes
de Miami. En lugar de arrestar a los autores, cuya participación se
demostró en la información entregada por las autoridades cubanas al
FBI, se preparó el arresto de los Cinco Cubanos.
Aquí se evidencia una política de doble rasero en
la lucha contra el terrorismo, razón por la que se ha ganado nuestra
crítica.
Señoras y señores:
Los Cinco prisioneros, han resistido la prisión
con gran moral y nunca han desmayado, a pesar de las sentencias
draconianas, que suman cuatro cadenas perpetuas, más 77 años. A
pesar del acoso adicional, como por ejemplo, permanecer varios meses
de confinamiento solitario en prisiones de máxima seguridad,
dispersas por los EE.UU. y la prohibición de viaje a sus familiares,
no han perdido la creencia en su justa causa y en el pueblo cubano.
Mi respeto también es válido para los familiares de los prisioneros
que durante años han venido apoyando en su lucha, a sus maridos,
padres, hijos y hermanos, aunque a una parte de ellos se les impida
aún la entrada a los Estados Unidos. Mediante la presente, me
gustaría asegurarles mi apoyo.
Hay que elogiar también el equipo de abogados
americanos, quienes luchan sin descanso contra los molinos de su
propio sistema judicial. A estos se les debe agradecer su valiente
lucha por la justicia, pues en estos doce años, han logrado, al
menos, una reducción de las penas en tres de los casos. Del mismo
modo, es posible que las autoridades estadounidenses hayan
participado de manera ilegal en el proceso, como se demostró
públicamente con la compra de algunos periodistas que trataron
ejercer determinada influencia en la opinión pública.
Esto conllevó en un acto único en el mundo, que
la ONU condenara el proceso como una violación de los derechos
civiles y políticos y que incluso diez renombrados premios Nobel,
incluyendo Günter Grass, se dirigieran directamente a la Corte
Suprema EE.UU., a través de una carta amicus curiae, para pedir la
reanudación del juicio.
Con relación a este punto, se le hizo un llamado
a otro Premio Nobel de la Paz:
Estimado Sr. Presidente, querido señor Obama,
¡Ponga fin a la política de doble rasero, que ha sido criticada con
regularidad, por muchos abogados estadounidenses!
¡Asegúrese que los Cinco y sus familiares reciban
justicia al fin!
¡Acepte la voluntad y el derecho del pueblo
cubano a su seguridad e independencia!
Promover esta justicia es también una tarea de la
solidaridad, por esa razón estamos todos reunidos aquí hoy.
Deseo que tengamos éxito en la lucha a favor de
los Cinco cubanos y a favor de la independencia del pueblo cubano.
Sr. Obama, Sí, usted puede…"cámbielo", para que
no quede sólo en palabras, tome parte junto a nosotros.
Con saludos solidarios,
Jens Petermann, Miembro del Parlamento