SANTIAGO
DE CHILE, 10 de septiembre.— Los chilenos conmemoran este sábado el
aniversario 37 del golpe militar de 1973 contra el presidente
Salvador Allende, el cual quebró la democracia y dio paso a una
dictadura de 17 años, con heridas aún abiertas.
Según EFE, este nuevo 11 de septiembre tiene la particularidad de
ser el primero que encuentra en La Moneda a un gobierno de derecha
desde el fin de la dictadura en 1990, y está enmarcado en la huelga
de hambre que mantienen 34 presos mapuches en protesta por la
aplicación en sus casos de la Ley antiterrorista impuesta por el
régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
Mientras, parlamentarios europeos solicitaron hoy al presidente
Sebastián Piñera una "solución inmediata" a la situación de los
mapuche, en huelga de hambre hace 61 días. la portavoz de los
indígenas, Natividad Llanquileo, ha manifestado que la propuesta de
modificación de la Ley antiterrorista enviada al Congreso "no es más
que un maquillaje", con el que se pretende aumentar las penas de los
aborígenes arrestados a través de la justicia civil, reportó Europa
Press.
Tradicionalmente, desde la recuperación de la democracia, en La
Moneda se celebra un acto litúrgico en cada aniversario por los
caídos en el palacio presidencial en 1973, entre los cuales
estuvieron el presidente Allende, varios de sus colaboradores más
cercanos y jóvenes voluntarios de su equipo de seguridad.
Como cada septiembre, los partidos de izquierda homenajearán ante
su monumento, situado frente a La Moneda, al Presidente que trató de
construir en Chile una sociedad más equitativa, a través de acciones
como la nacionalización de monopolios o la reforma agraria, con la
cual se desamortizaron las tierras que hasta entonces pertenecían en
un 85% a los terratenientes, quienes representaban el 7% de la
población.
Sin embargo, sus deseos quedaron truncos por la conspiración de
los grupos reaccionarios que, con apoyo de la CIA y los sistemas de
seguridad de Estados Unidos, planearon el golpe que se consumaría el
11 de septiembre de 1973, y dejaría al país en las sangrientas manos
de Pinochet.