Una jornada gris, como mucho, dejó para Cuba la segunda fecha del
Campeonato Mundial de Judo en Tokio, donde Brasil quedó nuevamente a
un paso de conseguir el primer título para Latinoamérica.
Lamentablemente, nada afortunados estuvieron ni Onix Cortés (70)
ni Osmay Cruz (81), quienes cayeron por ippon en sus primeras
presentaciones. La capitalina apenas soportó 30 segundos frente a la
japonesa Mina Watanabe, medallista de bronce en Rotterdam’09, en una
división dominada por la francesa Lucie Decosse, quien dejó en plata
a la húngara Anett Mészáros otro año más.
Y de plata fue también la medalla que se colgó el brasileño
Leandro Guilheiro, tras ceder únicamente en tiempo extra ante el
insuperable sudcoreano Kim Jae-Bum, en una categoría poblada por 79
contendientes, donde el holguinero Cruz perdió de entrada con el
canadiense Kalem Kachur.
Así pues, fue Asley González (90) el cubano que más avanzó en el
organigrama, al rebasar sus dos primeros combates ante el polaco
Krzysztof Weglarz (ippon) y el ruso Murat Gasiev (wazari). Pero
luego tropezó a medio camino con el georgiano Varlam Liparteliani,
quien terminó quinto, quedando el podio conformado por el griego
campeón olímpico de Atenas’04, Ilias Iliadis, el japonés Daiki
Nishiyama, el ruso Kirill Denisov y el azerí Elkhan Mammadov, en ese
orden.