Con
el sepelio en Santiago de Cuba de Roberto Caminero Pérez, "Chocolatico
Pérez", el boxeo cubano dijo adios a uno de sus púgiles de más
renombre, alguien que inició la senda de triunfos de este deporte en
el país, reporta la AIN.
Nacido el 27 de abril de 1945, el mulato oriundo de la populosa
barriada de Los Olmos fue en 1963 en el primer medallista de oro de
Cuba en los Juegos Panamericanos de Sao Paolo, Brasil al ganar la
división de 60 kilogramos.
Junto con Rolando Garbey y Félix Betancourt (Panterita),
Chocolatico Pérez fue de los primeros boxeadores santiagueros que
contribuyeron a levantar el prestigio del boxeo cubano en la década
de los años 60.
En 1966 fue víctima de un escandaloso despojo de medalla en los
Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Juan, Puerto Rico, y a
su regreso el Comandante en jefe Fidel Castro le impuso públicamente
la Medalla de la Dignidad.
Chocolatico representó a su país en otros importantes reuniones
internacionales como los Juegos Olímpicos de México 68 y los
Centroamericanos de Kingston en 1962.
Caracterizado por su humildad y sencillez, durante muchos años se
dedicó a la formación de nuevos pugilistas, a quienes transmitió sus
experiencias, pero sobre todo les inculcó el amor por su patria.
Su deceso repercutió en el sector deportivo de la provincia, así
como en medios de prensa del territorio, que reflejan en sus páginas
y emisiones el legado de este atleta y entrenador.
Fue enterrado en el Panteón de las Glorias Deportivas de Santiago
de Cuba en el cementerio Santa Ifigenia.