Derrumbes parciales y totales de techos fueron los daños más
significativos de una tormenta local severa, que azotó la ciudad y
varios asentamientos del municipio de Majibacoa, provincia de Las
Tunas.
En los consejos populares se recorren los lugares por donde pasó
en la tarde noche de ayer este fenómeno de la naturaleza, que
registró vientos sostenibles de 60 kilómetros por hora y una racha
máxima de 102 kilómetros por hora.
Era una nube de polvo que envolvía el reparto Buena Vista, donde
varios árboles sufrieron averías en sus ramificaciones, testificaron
a la AIN residentes de ese núcleo poblacional, el más populoso de la
ciudad oriental de Las Tunas, a 690 kilómetros de La Habana.
Dolores Montero, de 80 años de edad y vecina de la comunidad de
Aguilera, a la entrada de la capital provincial, auguraba graves
consecuencias tras el paso de la tormenta, pero después comentó:
"Claro, ya no tenemos los miles de bohíos que existían antes de
1959".
Esta adversidad climatológica ocurrió por la presencia de una
avalancha de niveles medios en la atmósfera y el fuerte
calentamiento de la tierra, informó el meteorólogo Alexei Moreno.
Las rachas de vientos superiores a los 100 kilómetros por hora,
fueron las únicas adversidades del evento meteorológico, ya que no
estuvo acompañado de abundantes lluvias, actividad eléctrica, caída
de granizos, trombas marinas y tornados, como es frecuente en la
Isla.
En junio-julio de este año ocurrieron alrededor de 15 tormentas
locales severas en el país, las cuales son más frecuentes en el
período mayo-septiembre, según estudios realizados por el Centro de
Pronósticos del Instituto de Meteorología.