MAISÍ,
Guantánamo.— Para las maisienses, campesinas en su mayoría, está
claro que si una tarea grande deben cumplir las mujeres en este
municipio es la de realizar el máximo esfuerzo para lograr una zafra
cafetalera buena y para que comience a hacerse realidad la
recuperación del grano. "Maisí llegó a recolectar 1 470 000 latas en
1982 y en la pasada cosecha apenas 324 000", comentó a Granma
Milka Romero Ramírez.
"Al comparar esas cifras —señala Milka—, nos damos cuenta del
descenso experimentado en nuestra principal producción y, a la vez,
del trabajo que hay que acometer para su rescate. Por eso las
mujeres aquí trabajamos junto a los hombres en todas las tareas que
exige este cultivo, desde el fomento de posturas en los viveros, la
siembra, las atenciones culturales, hasta la recolección. En Maisí
aspiramos a cosechar en esta zafra 419 800 latas y con ellas
comenzar la recuperación del grano".
Asegura esta campesina que a pesar de estarse recogiendo los
primeros cerezos de la actual contienda ya suman muchas las mujeres
que, como ella, están incorporadas a la zafra, "convencidas de que
mientras más café recojamos, menos dinero gastará el país en su
compra en el extranjero".
Por estos días de recordación del aniversario de la FMC, Milka
rememora que prácticamente era una niña cuando cumplió sus primeras
tareas en la organización y lo mucho que esta le aportó en su vida.
"Era una época en que imperaba el machismo, agravado en Maisí
entonces, por el bajo nivel cultural de sus habitantes. Eso no
impidió que partiéramos monte adentro sumando mujeres a la
organización", evoca.
Milka es reconocida en su comunidad y su municipio. Ella es de
las que piensan que resta mucho por hacer en el trabajo.