Intensas precipitaciones afectan gran parte del territorio de
Nicaragua y por lo menos 18 personas perdieron la vida durante la
actual temporada de lluvias, según diversos reportes divulgados este
miércoles en Managua.
Tras los copiosos y sostenidos aguaceros de semanas anteriores,
sigue seguido lloviendo en el norte y en los departamentos centrales
y de la franja del océano Pacífico, lo que, entre otras graves
consecuencias, provocaron el aumento en casi dos metros del nivel de
las aguas del lago Xolotlán.
Más de un millar de familias debieron ser evacuadas de zonas de
alto riesgo de inundaciones, tanto en Managua, la capital, como en
zonas del interior, mientras numerosos ríos se desbordaron, decenas
de caminos y vías secundarias se volvieron intransitables al tráfico
vehicular y los daños en viviendas destruidas o dañadas parcialmente
son considerables.
En el norteño departamento de Nueva Segovia una importante
carretera permanece cortada por las aguas, lo que interrumpió el
tráfico de vehículos y el abastecimiento de alimentos y combustibles
a varios municipios, y en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN),
la Defensa Civil informó que la crecida del río Coco, que sirve de
frontera con Honduras, dejó incomunicadas a cerca de 40 comunidades.
La persistencia de las lluvias y las áreas inundadas amenazan con
afectar la producción agrícola y algunas fuentes señalan que ya hay
daños irreversibles para la cosecha de granos y otros productos.
En Managua, alrededor de un millar de familias viven en zonas de
riesgo y unas 300 deben ser reubicadas de inmediato, especialmente
las ubicadas en las zonas bajas cercanas al Xolotlán o junto a los
cauces de los ríos, según informó Fidel Moreno, secretario general
de la alcaldía capitalina,
Datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales
señalan que durante los tres primeros meses de la actual temporada
de lluvias, las precipitaciones fueron un 50 por ciento por encima
de lo normal y similar comportamiento se proyecta para los próximos
días y para los meses de septiembre, octubre y noviembre venideros.
En esta situación, el gobierno central, por intermedio del
Sistema de Prevención y Atención a Desastres, emprendió la
distribucion de centenares de toneladas de alimentos y de agua
potable en las zonas más afectadas, y abastece de productos de
primera necesidad a las familias que han sido evacuadas hacia
albergues temporales.