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Brasil abriga hoy a cuatro mil 305 personas, 65 por ciento de los
cuales proceden del continente africano, según estadísticas del
Comité Nacional para los Refugiados (CONARE), del Ministerio de
Justicia.
Los datos fueron divulgados con motivo del Encuentro Regional
sobre Reasentamiento Solidario, que se desarrolla hoy y mañana en
Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul, organizado
por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR), filial Brasil, con el apoyo de Noruega y Canadá.
En la cita participan representantes de los gobiernos de
Argentina, Brasil, Chile, Noruega, Paraguay y Uruguay, así como
funcionarios del ACNUR y miembros de organizaciones de la sociedad
civil de las naciones asistentes que trabajan con esas personas,
refiere la estatal Agencia Brasil.
Sobre los datos de la CONARE, el medio informativo señala que
detrás de los africanos, que en número son dos mil 800, se ubican
954 personas procedentes de países de América Latina y el Caribe, lo
que constituye el 22,16 por ciento del total, los asiáticos son 448
(10,41) y los europeos 98 (2,27).
Para otorgar el estatus de refugiado, Brasil emplea el criterio
internacional de ser perseguido en su país de origen por motivos de
raza, religión, nacionalidad, grupo social u opiniones, así como
cuando la persona no tiene nacionalidad y está fuera del país donde
antes tuvo residencia oficial.
También, prosigue, cuando hay grave violación de los derechos
humanos y el ciudadano es obligado a dejar su país de origen.
Por países, Brasil abriga a ciudadanos de 78 nacionalidades, con
destaque para Angola, de donde hay aquí mil 688 refugiados, seguido
de Colombia (589), República Democrática del Congo (431), Liberia
(259) e Iraq (201).
El CONARE precisó también que de los cuatro mil 305 refugiados,
397 son considerados reasentados, aquellos que estuvieron en un
segundo o tercer país extranjero con vistas a protección
internacional, no siendo su país natal ni el primero que le concedió
albergue.
La Agencia Brasil recuerda que este país firmó en 1999 con el
ACNUR el Acuerdo Macro para el Reasentamiento de Refugiados y agrega
que el programa brasileño tiene además un procedimiento especial
para los casos urgentes, conocido como fast track.
En esa situación, los integrantes del CONARE tienen hasta 72
horas para analizar los casos y si hay unanimidad entre los miembros
consultado, la decisión tiene que ser ratificada por el plenario de
la entidad y los refugiados son aceptados si llegan al país antes de
10 días después de concedido el abrigo.