.— La muerte de otro
manifestante desató hoy nuevas protestas separatistas en la región
de Cachemira administrada por la India, a despecho del toque de
queda y de los llamados al diálogo hechos por el gobierno central.
De acuerdo con reportes de la televisión local, el joven que
falleció este miércoles en un hospital de la capital estadual de
Srinagar había sido herido por las fuerzas de seguridad durante una
manifestación el lunes pasado.
Tras conocerse su fallecimiento, miles de personas desafiaron el
toque de queda imperante, y salieron a las calles al grito de
Libertad y Fuera India.
Ahora suman 64 las personas fallecidas a manos de las fuerzas de
seguridad en ese territorio del norte del país, desde que se
reanudaron las protestas violentas el 11 de junio pasado.
En otras zonas de Cachemira, que junto a Jammu integra el único
estado de mayoría musulmana de la India, también ocurrieron
manifestaciones, aunque estas últimas respondieron a un llamado
hecho por el líder separatista radical Syed Ali Geelani.
El cabecilla de uno de los grupos de línea dura dentro de la
llamada Conferencia Hurriyat condiciona su participación en el
diálogo convocado por el gobierno central a la retirada de las
tropas y a la realización de un plebiscito sobre el futuro de la
región.
El pasado 15 de agosto, en ocasión del aniversario 63 de la
independencia de la India, el primer ministro Manmohan Singh llamó a
los jóvenes de Cachemira a renunciar a la violencia, e invitó a
todas las organizaciones políticas del territorio a dialogar.
Singh aclaró, no obstante, que las eventuales pláticas deben
partir del entendido que la región es parte indisoluble de la India.
La oferta de diálogo fue reiterada este miércoles por el ministro
del Interior, P. Chidambaram, quien desde Nueva Delhi abogó por
poner fin a lo que calificó de círculo vicioso de violencia.
En Cachemira, habitada por unos 12 millones de personas hay
fuerzas políticas que quieren mantener el status quo, mientras otras
luchan por la autonomía, la independencia, o por la anexión a
Paquistán, que controla una parte de la región, y al igual que la
India, reclama el resto.
La disputa fronteriza entre ambos países vecinos ha sido motivo
de al menos tres enfrentamientos armados entre Nueva Delhi e
Islamabad desde la partición del subcontinente en 1947.