Contribuir desde el espacio local a la salvaguarda de tradiciones
de cubanía, distingue a la sala etnológica del museo histórico de la
demarcación Candelaria en la provincia cubana de Pinar del Río,
resguardo de elementos de la cultura agraria de los montañeses.
El salón es el más reciente abierto en esa institución municipal
y exhibe muebles rústicos y aperos de labranza, fundamentalmente
típicos del cultivo de café, de arraigo en la porción de la Sierra
del Rosario, extendida por el norte de Candelaria.
Ese lomerío fue escenario del fomento de la producción del grano
desde la época colonial, a cargo de hacendados españoles, criollos y
franceses, influencias diversas que comparte la memoria agrícola de
Pinar del Río y el oriente del país, donde se asentaron inmigrantes
francohaitianos.
Así indicaron expertos del museo, al mostrar la diferencia entre
los depósitos para recoger el café y otros implementos, apreciables
en la sala etnológica, conformada tras el trabajo de recopilación de
miembros de la cátedra local de antropología Manuel Rivero de la
Calle.
En diálogo con la AIN, Sergio Márquez Jaca, presidente de esa
agrupación de profesionales, destacó el valor patrimonial del
recinto, sede también de conferencias y talleres como el denominado
Catauro, a través del cual se enseña el arte de la cestería y otras
manualidades autóctonas a la población.
Además, el museo de Candelaria tiene entre sus exposiciones las
dedicadas de modo permanente a Enrique Jorrín, creador del ritmo Chá
Chá Chá, y al legendario cantautor Polo Montañez, ambos nacidos en
la localidad.