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Sistema de Planificación Física
No más un espectador
YAIMA PUIG MENESES
No es necesario conocer mucho sobre requerimientos constructivos
y urbanísticos para comprender que en diversos lugares del
territorio nacional las ciudades han crecido de forma desmedida y
sin ningún tipo de planificación. Tal realidad es consecuencia de la
falta de exigencia y disciplina que subsiste en las diferentes
estructuras de las instituciones a las cuales corresponde exigir por
el orden y la legalidad, entre las que se incluye el Sistema de
Planificación Física.
Contrario
a lo que muchos pudieran pensar, esta lujosa vivienda es la
ampliación de un apartamento de este edificio en la localidad de
Alamar en el municipio capitalino de la Habana del Este. Como puede
observarse, al marcar los límites de la “vivienda”, fue irrespetado
el espacio público; todo ello con total impunidad.
Lamentablemente la construcción de viviendas o sus ampliaciones
ocurren a la vista de inspectores, arquitectos, dirigentes
administrativos o integrantes de las organizaciones políticas y de
masas, sin que nadie haya logrado poner freno a tales desmanes.
Quizás muchos de los que habitan en estos "improvisados" barrios,
desconozcan los requerimientos técnicos para construir; mas, no por
ello están exentos de la responsabilidad legal que implica el
irrespeto a las normas. Eso muy bien lo saben las personas e
instituciones encargadas de hacerlas cumplir y que hasta el momento
han permanecido al margen en la mayoría de los casos. A muy pocos
les han impuesto algún tipo de sanción por su actitud inconsecuente.
EXIGIR POR EL ORDEN Y LA LEGALIDAD
Más allá de afear o deformar el entorno, las construcciones sin
un estudio previo, ponen en aprietos a diferentes instituciones
estatales responsables de garantizar a la población servicios
básicos como el abasto de agua o las redes telefónicas y eléctricas,
por solo mencionar algunos.
 Esta
escalera ocupa más de la mitad del espacio correspondiente a la
acera, los dueños de la vivienda, además de infringir completamente
las regulaciones urbanísticas establecidas al respecto, afectan el
tránsito peatonal por esta zona.
"Cuando las construcciones no están planificadas, la empresa
eléctrica carece de estructuras para abastecerlas de corriente, lo
cual conlleva a los moradores a ‘robar’ mediante las tendederas.
Respecto al agua sucede igual, pues sustraen el líquido de las
conductoras, afectan la presión de bombeo y pueden ocasionar roturas
en las redes", afirma Graciel Rodríguez, presidente del Instituto de
Planificación Física (IPF).
Las rehabilitaciones para garantizar mejores servicios a la
población, han tropezado en los últimos tiempos con el incremento de
ilegalidades, muchas desconocidas por trabajadores e inspectores del
IPF, quienes deben dar el "visto bueno" para iniciar cualquier tipo
de construcción.
Un ejemplo harto elocuente lo encontramos en la ciudad de
Santiago de Cuba, donde se han "descubierto" numerosos barrios
ilegales a raíz de la recuperación del acueducto. ¿De verdad alguien
puede creer que las instituciones encargadas de controlar este
incremento constructivo ilegal no tuvieran conocimiento de ello?
La mayoría de los habitantes de estos barrios están inscritos en
la oficina del carné de identidad, reciben los productos normados de
la bodega, pertenecen al CDR y forman parte de algún centro de
trabajo o estudio... Sin embargo, casi nunca abonan los gastos de
electricidad o agua en los cuales incurren, pues reciben estos
servicios mediante "inventos" ideados por cualquiera de los vecinos.
¿Qué ha hecho el IPF para evitar la proliferación de las
indisciplinas? ¿Han puesto en práctica sus preceptos y regulaciones?
Mayoritariamente, solo en papeles han quedado durante años sus
normas y exigencias, por lo cual las escasas medidas que han logrado
aplicar quedan muy cortas al actual problema.
Es imprescindible restablecer la autoridad del Instituto de
Planificación Física, porque el orden constituye tarea prioritaria
en este sector; para ello necesitan conjugar esfuerzos entre los
diferentes organismos e instituciones a quienes corresponde
planificar cada detalle y velar por su cumplimiento.
PRETENDEMOS UN PUNTO DE GIRO
RADICAL
"En el caso específico de Santiago, atendemos los problemas
detectados con la construcción del acueducto de esta ciudad. Sabemos
que el inicio será mucho más difícil, pues han sido años de
irrespeto e ignorancia a las normativas establecidas, pero aspiramos
a retomar nuestro papel rector en el desarrollo urbanístico de las
ciudades y evitar así la proliferación de ilegalidades", afirma el
presidente del IPF.
Para concretar esta realidad, en la oriental provincia se inician
acciones encaminadas a lograr mayor cultura urbanística de los
pobladores, asegura Graciel Rodríguez. "Dedicaremos especial
atención a la población, pero a la vez vamos a imponer multas,
sancionar y demoler construcciones ilegales, prácticas que hasta el
momento eran poco comunes".
"Corresponde a nuestros especialistas compartir con los
residentes en los diferentes Consejos Populares los estudios y
planes que realizamos, intercambio que contribuirá a enriquecerlos.
También hemos coordinado con el Comité Nacional de la UJC y el
Ministerio de Educación para organizar círculos de interés en las
escuelas, así como emplear los medios de comunicación a escala
local, para promover estos temas", asegura Graciel Rodríguez.
"En Santiago de Cuba hemos orientado cambiar de lugar los cuerpos
de inspección entre distritos, para que no atiendan siempre la misma
área y evitar compromisos con los individuos. De igual forma, dos
veces al mes se realizarán inspecciones sorpresivas a los barrios
más vulnerables a cometer ilegalidades", precisa.
"Si bien es cierto que en la sociedad cubana priman las
necesidades de vivienda, no podemos permitir que ello sea una excusa
para hacer concesiones a la calidad de las edificaciones. Alcanzar
tal objetivo implica garantizar, ante todo, el respeto a las
regulaciones establecidas mediante su verdadero conocimiento",
valora.
¿Acaso son estas acciones suficientes? Es indudable que mientras
continuemos fomentando prácticas paternalistas para enfrentar las
ilegalidades, las violaciones seguirán siendo recurrentes y cada vez
con matices más complejos.
Para lograr imponer respeto por la ley, el orden y la
institucionalidad en nuestra sociedad, resulta prioritario impedir
la ocupación ilegal de espacios físicos, lo mismo en la más
concurrida ciudad de la nación que en un apartado barrio en la
montaña.
A las estructuras de gobierno les corresponde exigir tanto a las
instituciones como a la población por el cese de estas indisciplinas
sociales, apoyar las decisiones en cuanto a su enfrentamiento y
coordinar las acciones necesarias para garantizar la restitución del
orden.
Muchos son los organismos responsabilizados con restablecer la
legalidad y la disciplina. Revertir el actual caos, demanda que cada
uno de ellos deje de ser un simple espectador del problema y
comience a adoptar medidas mucho más rigurosas para garantizar la
efectividad de la inspección; pero sobre todas las cosas, toca al
Sistema de Planificación Física, como máximo responsable del control
en los territorios, ganar en exigencia y desdeñar prácticas
paternalistas y tolerantes. |