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Tomás Borge cumple 80 años optimista por
futuro del sandinismo

MANAGUA, 13 de agosto (PL). — El Comandante de la Revolución, Tomás Borge Martínez, cumple hoy 80 años de vida lleno de optimismo por la fortaleza y el futuro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua, que ayudó a fundar en 1961.

Incorporado desde muy joven a las actividades revolucionarias contra la dictadura somocista, junto con Carlos Fonseca Amador, con quien mantuvo una estrecha amistad, Borge es hoy el único fundador vivo del FSLN y testigo inapreciable de las dificultades y éxitos de la lucha emancipadora del pueblo nicaragüense durante el último medio siglo.

Ministro del Interior en la primera etapa del gobierno sandinista, a partir del triunfo de la Revolución Popular contra la tiranía de Somoza, el 19 de julio de 1979, son muchas las tareas que ha emprendido desde entonces este hombre de pequeña estatura, pero grande en su dimensión política, revolucionaria y humana.

Admirador incontestable de Fidel Castro, a quien considera el hombre más extraordinario en la historia de este continente, después de Bolívar, desde su puesto actual al frente de la embajada de Nicaragua en Perú, Borge se mantiene al tanto de lo que ocurre en Nicaragua y no duda en fustigar, con el verbo y con la pluma, a la oligarquía y sus acólitos y a los traidores, arrepentidos y vendidos.

Para Borge, el momento más duro de su larga trayectoria revolucionaria fue la división interna del FSLN y, por eso, el más alegre fue cuando se alcanzó la unidad, porque -dijo en recientes declaraciones- "la unidad es la clave de toda victoria y la división es la derrota".

Al arribar a su octava década de vida, Borge mantiene el mismo optimismo de siempre y está convencido de que "hay Frente Sandinista para rato".

El Frente Sandinista -ha dicho- es la expresión de lo mejor de este país y todos los errores que hemos cometido son insignificantes al lado del enorme logro que significa su existencia, que es, de hecho, un cambio histórico en Nicaragua.

Para él, la historia de Nicaragua no es la misma después de la existencia del Frente Sandinista y es el FSLN el que "marca el camino de este país, ahora, mañana y yo creo que siempre".

Recién entrevistado por un canal de la televisión de Managua, Borge aseguró no temer a la muerte.

Yo no le tengo miedo a la muerte, y me siento orgulloso de seguir siendo sandinista, de seguir siendo fiel a la bandera rojinegra de nuestro partido, de seguir siendo fiel a nuestra organización revolucionaria, dijo entonces.

Y moriré -agregó- orgulloso de tener la frente levantada y de no haber sido desleal con mis principios, ni desleal con mis amigos ni con mis compañeros, ni con mi bandera, ni con mis gritos de combate.

 

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