Se
ha ganado el epíteto de El Caballero del Son y lo honra con su
fidelidad —como autor, orquestador, promotor e intérprete— a uno de
los núcleos esenciales de la identidad cultural de su Patria. Ahora
mismo, mientras en agosto unos pasean, otros van a la playa, y no
faltan quienes esperan que el sol se marche para simplemente
absorber el aire fresco de la noche, Adalberto Álvarez se las
ingenia para multiplicarse en los toques finales a un nuevo disco,
El son de altura (Bis Music), la organización del Festival
Matamoroson, en Santiago de Cuba del 7 al 11 de septiembre, la
elaboración de una propuesta para sistematizar en los barrios la
práctica recreativa de las ruedas de casino, los preparativos de la
Fiesta del Tinajón, prevista para noviembre en su natal Camagüey y
la asunción de la Presidencia de Honor de Cubadisco 2011.
¿Qué hace Adalberto Álvarez al margen de tanta actividad? ¿Cómo
se entretiene?
"Cacharreando", afirma mientras sonríe, antes de aclarar su
afinidad con este término asimilado por el habla popular cubana, que
tiene que ver con la iniciativa del que se aventura a solucionar
problemas mecánicos o eléctricos en el hogar:
"El cacharreo para mí no solo es cuestión de resolver asuntos de
la economía doméstica, el arreglo de un radio, de una grabadora, o
de un equipo de audio. Es algo que me satisface en el orden
personal".
¿Hiciste estudios técnicos?
"Para nada. Ni siquiera leí aquellas revistas de Mecánica
Popular, muy instructivas por cierto. Soy curioso y me intereso por
el funcionamiento de las cosas. Cada vez que abro un aparato,
aprendo".
¿Y se te da arreglarlo?
"Si tú supieras, hasta ahora, como se dice, he dado pie con
bola".
¿Cuándo te diste cuenta de que corregir defectos en los equipos
era una forma de emplear el tiempo libre?
"De muchachón comencé a hacerlo. Ahora tengo conciencia acerca de
que es una manera de conjugar lo útil con la relajación".
¿Recomiendas esta práctica?
"Cada persona debe cultivar aficiones. Lo que puedo asegurar es
que para alguien que se dedica a la creación con intensidad, viene
muy bien cambiar de actividad en determinado momento. El cacharreo
también combina habilidades manuales e intelectuales".
¿Cuál es el equipo más difícil?
"El que está por reparar".