Si bien fue destruido el modelo civilizatorio por la conquista y
colonización españolas, esa cultura se hace presente en hábitos,
valores y diversos signos de identidad, a pesar también de la
erosión sufrida por dichas comunidades durante los dos últimos
siglos de explotación, aculturación y vasallaje.
Uno de los núcleos de resistencia y continuidad de las
tradiciones se halla en la literatura oral. El antropólogo mexicano
Miguel León Portilla, reconocido internacionalmente por sus estudios
de la cultura náhuatl, también dedicó energías a la comprensión del
mundo maya. Fruto de esas investigaciones son estos proverbios
recogidos por él y traducidos al castellano.
Por andar recosechando otras milpas, cosechan las tuyas.
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Hay quien no ve su camino.
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De la enredadera de la calabaza grande, no cuelga la calabaza
pequeña.
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Ve tu camino para no tropezar.
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En el bosque no hay pájaros gordos.
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El dormir es el hermano menor de la muerte.
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Acostumbrado a su cueva, el armadillo no se aleja.
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No te asombres por poca cosa.
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El tiempo es la medida de las cosas.
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Se pudo una vez, se podrá de nuevo.