El programa nacional de siembra de árboles frutales y maderables
en las nuevas fincas forestales integrales contribuye a una mejor
calidad de los espacios productivos de los consejos populares del
país.
Esa estrategia posibilita minimizar los efectos erosivos y de
degradación existentes en más del 76 por ciento de la superficie
agrícola cultivable, dijo a la AIN Dagoberto Rodríguez, director del
Instituto de Suelos.
Rodríguez explicó que los finqueros aplican técnicas de
intercalamiento, que permiten cultivar más especies en una misma
zona, con lo cual se incrementa la productividad y la eficiencia
económica.
Yamila Vigo Cuza, funcionaria de la dirección provincial de
suelos en la provincia de Cienfuegos, aseveró a la AIN que técnicos
y especialistas de esa entidad llevan a los campesinos las
recomendaciones y avances de la ciencia y la técnica, para su
implementación en sus fincas.
Las cooperativas de créditos y servicios, de producción
agropecuaria y campesinos individuales emplean también la
agroecología en las labores que diariamente realizan a sus
plantaciones, con un marcado beneficio económico, social y
ambiental, acotó.
Vigo Cuza explicó que las delegaciones de la agricultura en los
municipios promueven programas de desarrollo local, en los cuales la
comunidad tiene una activa participación.
Un ejemplo de ello son los más de mil 500 árboles que tiene
plantados el Bosque Martiano del Ariguanabo, de San Antonio de los
Baños, declarado centro de excelencia nacional de la agricultura
urbana.
Ese proyecto, acreedor al Premio Especial en la Protección del
Medio Ambiente, coopera con semillas y posturas al fomento de nuevos
bosques y jardines martianos en la provincia de La Habana y otros
territorios.