Qué poco conocen a nuestro pueblo y a nuestra Asamblea
Nacional del Poder Popular, quienes han pensado que los cubanos y
cubanas necesitamos a Fidel en medio del Palacio de las Convenciones
para homenajearlo o felicitarlo por su cumpleaños. El jamás ha
estado ni estará ausente de ese Parlamento, que a la usanza de su
Revolución, es un Parlamento del pueblo y para el pueblo. Por eso
nunca nos faltaría.
Lo que tal vez pueda doler a algunos es que este, nuestro
Parlamento, martiano hasta la medula, ha sido el primero en reunirse
para tratar como único tema el peligro que se cierne sobre el
planeta con las amenazas guerreristas de la mayor potencia militar
que ha conocido la historia del mundo. Porque diputadas y diputados
llevan muy adentro que "Patria es humanidad".
Fidel ha venido desde sus Reflexiones alertando del objetivo
imperial, de las consecuencias que una catástrofe nuclear causaría.
Y ahora nos explica cómo evitar ese holocausto y porque el ejercicio
público de la Asamblea Nacional, transmitido por la televisión
nacional e internacional, delante del cuerpo diplomático acreditado
en Cuba, de los periodistas de casa y los extranjeros con oficinas
en el país.
Obama no dará la orden para un ataque nuclear a Irán si lo
persuadimos, expresó. "Eso es lo que estamos haciendo aquí. Estamos
haciendo una contribución a ese esfuerzo disuasivo", enfatizó.
Esa es la esencia que en nombre de todo nuestro pueblo ha guiado
el pensamiento del Comandante en Jefe, salvar a la humanidad.
Está en la génesis misma de la obra construida, está en ese
acabado y abarcador legado ideológico, cuyos conceptos escuchamos el
1 de mayo del 2000. Es la continuidad de un principio, de una idea,
pues lo que sucedió en el Palacio de las Convenciones de la capital
cubana el pasado sábado fue la más nítida expresión de los valores
éticos de la Revolución cubana.
Qué es luchar con audacia, inteligencia y realismo, sino
lo que estamos haciendo bajo la conducción del Comandante en Jefe,
quien, como dijera Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento en
breve frase, pero sobrada de verdad en cada palabra, "nadie (como
él) en este planeta está haciendo tanto por la paz, por la
humanidad…"
Por eso, ante el peligro de regresar a la prehistoria ante un
bombardeo nuclear, la concepción de "seamos realistas frente al
problema y no tratemos de enfocarlo con viejas ideas. Tratemos de
ver los peligros reales, y pensar en enfoques nuevos del problema."
Uno de los porque, tal vez el más contundente, de la sesión
extraordinaria del sábado pasado, pasa igualmente por aquel 1 de
mayo, cuando le oímos decir que Revolución es luchar por
nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la
base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro
internacionalismo.
Tocó a nuestro país ser uno de los baluartes de ese socialismo,
cuando lo alertado el 26 de julio de 1989 ocurrió poco más de un año
después. Hoy con la pupila aguda del que sigue avizorando, el pueblo
vuelve a erigirse en defensa de los más pobres de la humanidad, que
serían por dura lógica los que más sufrirían las consecuencias de
una conflagración nuclear.
Y no se persiguen glorias con tal misión, lo dijo el propio
Fidel, "consideró que no es un mérito hacerlo, lo importante es no
quedarse callados frente a la posibilidad de que caigan esas bombas:
tenemos que actuar, y es lo que estamos haciendo".
Justamente de esa firmeza y modestia de nuestro pueblo también se
habló en la sesión extraordinaria, cuando diputados y diputadas,
Fidel y Alarcón, se refirieron a los Cinco Héroes luchadores
antiterroristas que llevan ya 12 años sufriendo injusta y cruel
prisión.
Con esa fe en la victoria de la que también nos habló Raúl en la
pasada sesión ordinaria, Fidel dijo que "pensar en que van a salir
en una semana es demasiado poco tiempo; pero (pensar que será en),
diciembre, es demasiado tiempo", sentenció con esa convicción
profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la
fuerza de la verdad y las ideas.