Más de 500 mil hectáreas han sido beneficiadas con los programas
de mejoramiento y conservación de los suelos, informó en la capital
Dagoberto Rodríguez Lozano, director del Instituto de Suelos.
Al intervenir en el VII Congreso de la Sociedad Cubana de esta
ciencia, mencionó entre las medidas puestas en práctica el laboreo
mínimo, actividad por la cual se disminuye la evaporación, la
erosión, las pérdidas de materia orgánica y la emisión de dióxido de
carbono a la atmósfera.
Olegario Muñiz, presidente del evento, destacó la participación
activa de los centros de investigación, las delegaciones de ciencia
y técnica territoriales y los propios productores en la búsqueda de
soluciones puntuales acordes con el lugar.
Muñiz resaltó el papel que desempeña la capacitación y
transmisión de conocimientos a los agricultores insertados en
cooperativas y unidades de producción básica.
La doctora Rosa Orrellena Gallego, Investigadora Titular del
Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical,
en la capital, afirmó que además de sensibilizar a profesionales,
docentes y científicos se lleva a cabo un programa de trabajo con
niños desde cuarto grado hasta secundaria básica.
Esta es una tarea inaplazable y responde a la necesidad de formar
individuos que construyan sus conocimientos, para el bienestar
familiar, social, con dignidad humana y en equilibrio con la
naturaleza.