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El último viaje del arroz
RONALD SUÁREZ RIVAS
La ficha técnica emitida por el fabricante asegura la posibilidad
de procesar 1,2 toneladas en una hora y llegar a 18 al final del
día; sin embargo, omite su cualidad más significativa: evitar que el
arroz cosechado en este territorio siga recorriendo más de 300
kilómetros antes de arribar a las bodegas y mercados de Mantua.
El
país pone en práctica un amplio programa para desarrollar el
cultivo.
Con tales cartas de presentación, un moderno molino se ha puesto
en marcha en este municipio pinareño con una larga tradición en la
producción arrocera.
Según los especialistas, es un paso imprescindible para lograr
que en los próximos años Mantua pueda autoabastecerse del cereal.
"Tenemos un programa que comprende también la electrificación de
varios puntos del territorio, con el propósito de incrementar las
opciones de riego y de esa manera duplicar el área cultivada hasta
hoy", explica José Antonio Mató, jefe del programa de arroz popular.
Además, la actividad se complementaría con la incorporación de un
secadero y de variedades de categoría obtenidas en la Estación
Experimental de Los Palacios, a fin de elevar los rendimientos.
El
nuevo molino, con capacidad para procesar 18 toneladas diarias,
podrá asimilar el arroz de Mantua, Sandino, Guane y Minas de
Matahambre.
Sin embargo, la instalación del nuevo molino —la inversión de
mayor envergadura— permitirá cerrar en el municipio todas las fases
del ciclo productivo, y asumir el procesamiento del cereal cosechado
en otras regiones del occidente pinareño como Guane, Sandino y Minas
de Matahambre.
De esa manera se pondría fin a la práctica irracional y costosa
de enviar el grano hasta el Complejo Agroindustrial (CAI) Los
Palacios, en el otro extremo de la provincia, a una distancia de más
de 150 kilómetros, de donde luego retorna a Mantua para su
distribución normada.
RUMBO AL AUTOABASTECIMIENTO
A pesar del fatalismo geográfico —estar demasiado alejado del
complejo arrocero y no tener el respaldo de los grandes embalses ni
de modernos sistemas de riego—, Mantua se ha destacado siempre por
ser un alto productor del cereal.
El
propósito de esta instalación es lograr el autoabastecimiento del
municipio.
Sin una sola cooperativa dedicada exclusivamente a ese cultivo,
ni áreas estatales potenciadas dentro del llamado sector
especializado, se obtienen anualmente alrededor de 5 300 toneladas
de arroz en pequeñas parcelas atendidas por unos 7 000 productores.
No obstante, los especialistas consideran que esas cifras
pudieran elevarse notablemente si se extiende el área de cosecha —en
la actualidad oscila entre las 2 500 y las 3 000 hectáreas— teniendo
en cuenta que las condiciones de los suelos admiten incrementar
hasta 12 000.
En esa dirección, con el propósito de estimular un renglón que
reduciría importaciones y eliminaría el "cruceteo", se pone en
práctica un amplio programa enfocado al desarrollo del cultivo.
"En una primera fase pretendemos alcanzar las 5 000 hectáreas",
asegura Rolando González, jefe de producción agrícola del CAI Los
Palacios, la entidad encargada del asesoramiento de la actividad
arrocera en todo Vueltabajo. "Para esto, ya han hecho levantamientos
topográficos por parte de nuestros especialistas, a fin de recuperar
áreas".
Pero además de multiplicar las plantaciones, se toman medidas
para mejorar los resultados.
"A diferencia de las tierras del CAI, en Mantua no se utilizan
variedades de alto potencial productivo, sino las tradicionales. Por
ello vamos a inyectarles semilla de categoría, buscando aumentar los
rendimientos", explica Jorge Félix Chamizo, quien atiende la
actividad en el sector cooperativo y campesino.
"La Estación Experimental del Arroz ha montado jardines de
variedades en la zona, y en la etapa de cosecha está previsto
realizar ferias de selección participativa, con la intención de que
los productores puedan conocerlas y escoger las más idóneas."
CERRAR LOS CAMINOS DEL ABSURDO
Con una proyección hasta el 2015, el programa pretende en un
primer momento cubrir la demanda del consumo social, y luego el
autoabastecimiento total del municipio.
De modo que junto a las bondades ilustradas en la ficha
tecnológica emitida por el fabricante, el nuevo molino constituye
uno de los eslabones fundamentales para que tales planes puedan
consumarse.
Instalada dentro de un antiguo almacén de la empresa pecuaria de
Mantua, la obra no tendrá que esperar a la cosecha venidera para
demostrar su efectividad. Ya comenzó la molienda de los 1 400
quintales reservados desde la campaña anterior, para garantizar la
fase de puesta en marcha, asegura Chamizo.
Ello permitirá ajustar los mecanismos antes del inicio de la
próxima cosecha, cuando el arroz acopiado por los campesinos del
occidente pinareño deje de transitar los caminos del absurdo. |