La Cámara de Diputados de Paraguay respaldó el veto presidencial
sobre un polémico proyecto de ley que propone reducir la jornada
laboral de ocho a seis horas de los empleados públicos, reporta
Prensa Latina.
De los 61 legisladores presentes en el hemiciclo, 30 votaron a
favor de la decisión del Poder Ejecutivo, 24 la rechazaron y siete
se abstuvieron.
Mientras los diputados discutían sobre el controvertido proyecto
de ley, cientos de trabajadores marcharon por el microcentro
capitalino y luego se concentraron frente a la sede del Congreso
para exigir su aprobación.
La Cámara de Senadores sancionó el pasado 20 de mayo la propuesta
de reducir la jornada laboral a seis horas y luego había sido vetada
por el presidente Fernando Lugo, quien consideró que existían
argumentos jurídicos fuertes para desestimar la propuesta.
Personalmente creo que ocho horas es legítimo y se corresponde,
porque tendríamos después dificultades con las empresas privadas,
donde la jornada laboral también es de ocho horas, entonces, opinó,
habría una disfuncionalidad en el horario del trabajador, manifestó.
En declaraciones a la radio, el diputado liberal Víctor Ríos
comentó que con el rechazo de los parlamentarios la iniciativa entra
en contradicción con la postura de los senadores, y no podrá ser
presentada nuevamente en el actual período legislativo.
La controversia motivó encuentros de Lugo con los dirigentes de
la Mesa Coordinadora Sindical de Funcionarios Públicos y la ministra
del ramo, Lilian Soto.
El líder sindical Julio López llamó a respetar el derecho
adquirido por los trabajadores públicos porque oponerse sería violar
la Constitución Nacional.
Soto consideró, por su parte, que la jornada de trabajo es de
ocho horas porque está establecido por una ley vigente desde el año
2000.
El establecimiento de la ley 26 2000 rige -dijo- la jornada
laboral de ocho horas para la mayor parte de las instituciones
públicas, aunque reconoció que existen otras con seis, pero se ha
ido produciendo un proceso de compensación aún no concluido.
La Ministra explicó que cuando se reclaman seis horas de trabajo
se está pensando en precarizar el empleo público, en lugar de ser
mejor pagado y tener las remuneraciones acorde con sus funciones.
Aseguró tener certeza de que existe un amplio sector del
funcionariado público que se identifica con los argumentos que
estamos planteando porque son los convenientes.