Tales premisas, expresadas por Osnay Miguel Colina, miembro del
Buró Nacional de la UJC, guiaron las jornadas del XXXVI Seminario
Juvenil de Estudios Martianos, que culminó ayer en el Memorial José
Martí.
La clausura del evento, dedicado a mostrar los resultados de las
pesquisas y las creaciones relacionadas con la obra del Apóstol,
devino homenaje a Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del
Programa Martiano, quien constituye, como dijera Frei Betto, la
encarnación más expresiva del Maestro dentro de la Revolución.
Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria de la UJC, hizo entrega
a Hart del premio Patria, mayor reconocimiento que confiere el
Movimiento Juvenil Martiano, unido a un cuadro que le obsequiara el
pintor pinareño Dausell Valdés.
También fue distinguido el museo Casa Natal José Martí por su 85
aniversario y su aporte en la formación de las nuevas generaciones.
Se otorgaron, además, los premios y las menciones a los trabajos
presentados en las ocho comisiones. Y de manos de Armando Hart
recibieron un reconocimiento especial la alumna guantanamera Claudia
Ortiz con la obra titulada Baracoa en Martí, y el pionero
Luis Miguel Rodríguez, de la provincia de Sancti Spíritus, por una
serie de dibujos sobre el Héroe Nacional.
Misleydis Ramírez Tamayo, presidenta del Movimiento Juvenil
Martiano, las doctoras María Dolores Ortiz y Haydée Díaz, presidenta
de honor del encuentro y directora del memorial, respectivamente, y
Ana Sánchez, directora de la Casa de Estudios Martianos,
participaron en la velada que intenta convertir en acciones diarias
las doctrinas del Maestro.