Esta es una labor que está prácticamente concluida en las
unidades asistenciales, dijo a Granma el doctor Armando
Guerra Vilanova, director nacional de Trabajo del área económica del
Ministerio de Salud Pública, quien señaló que se ha comenzado
también a hacer la evaluación de la idoneidad en el desempeño de los
profesionales y técnicos del sector.
El diseño de las plantillas se sustenta en el análisis y
discusión en cada una de las instituciones —direcciones provinciales
de salud, hospitales, policlínicos, hogares maternos—, en las cuales
se realiza una valoración cuantitativa y cualitativa de su objeto
social a fin de determinar el número de trabajadores que deben tener
para un óptimo funcionamiento, de acuerdo con los diversos perfiles
ocupacionales.
De lo que se trata, indicó el doctor Guerra, no es de reducir
cargos a toda costa, sino de establecer plantillas racionales,
flexibles, que respondan a los verdaderos intereses del sistema para
el buen funcionamiento de sus instituciones, y que en el orden
técnico y científico permitan a cada profesional o técnico, en su
diario quehacer, desarrollar a plenitud sus habilidades y
competencias.
¿A quién podría ayudar que un exceso de plantilla limite los
desempeños asistenciales o quirúrgicos de un médico; o que por
idénticos motivos un técnico en Imagenología, solo pueda realizar
unos pocos exámenes de Rayos X cada mes?, ejemplificó. Aparte de la
irracionalidad organizativa que ello significa, dijo, "no podemos
olvidar que, en cualquier escenario, el que más trabaja, más
aprende, y paralelamente el que menos se ejercita tiende a la
descalificación".
Durante esta labor de reordenamiento se ha podido constatar que,
incluso en un mismo territorio, "conviven" centros asistenciales que
mantienen en sus plantillas un número que supera el de enfermeras
necesarias, mientras que en otros, el mismo resulta insuficiente; o
la existencia de perfiles técnicos en exceso en las especialidades
de Laboratorio Clínico, Imagenología, Podología, Medicina Física y
Rehabilitación.
Una mejor planificación de los recursos humanos dentro del
sector, a partir de la racionalidad imprescindible, posibilita
asimismo un reordenamiento en las matrículas de nuevo ingreso a las
carreras de Ciencias Médicas, en la búsqueda de un equilibrio entre
lo que necesitamos y lo que formamos. De hecho, las 21
especialidades diferentes comprendidas en las carreras de Tecnología
de la Salud, se han podido reorganizar en solo ocho con perfil
amplio.
Un número importante del personal técnico de Salud, declarado "en
exceso" en estos análisis, permitirá a las direcciones provinciales
y al propio MINSAP reorientar sus perfiles de conocimiento y
conformar igualmente una importante cantera para el incremento de la
colaboración cubana en el exterior.
Al cierre del pasado año, Cuba contaba con 74 880 médicos (uno
por cada 160 habitantes), más de 100 000 enfermeras y alrededor de
46 000 técnicos en los diversos puestos ocupacionales.
El doctor Guerra, especialista de segundo grado en Medicina
Interna y diplomado en Administración de Salud, integra un grupo de
expertos de la Organización Mundial de la Salud en el tema de los
Recursos Humanos.
Con autorizado criterio, indica a modo de resumen, que si bien el
fenómeno de las plantillas "infladas" permite incrementar fuentes de
empleo, desde el punto de vista de la organización del trabajo se
convierte en un factor "no beneficioso" que incide en las
habilidades y competencias del desempeño técnico-profesional, lo que
unido a gastos económicos innecesarios, afecta la economía y, sobre
todo, la calidad asistencial. De ahí la importancia de este proceso
de reorganización.