La
Corte Suprema de Justicia y el presidente colombiano, Álvaro Uribe,
mantienen hoy un agudo enfrentamiento a raíz de la condena contra un
coronel en retiro por la desaparición de civiles en 1985.
Ante las reiteradas declaraciones de Uribe en contra de esa
sentencia y de apoyo al militar, el alto tribunal respondió con un
respaldo a la determinación de la jueza que sentenció a 30 años de
presión a Alfonso Plazas.
El ex comandante de la Escuela de Caballería fue condenado a esa
pena tras ser hallado responsable por la desaparición de al menos 11
personas durante la retoma del Palacio de Justicia en 1985, ocupado
en ese entonces por el grupo guerrillero M-19 (Movimiento 19 de
abril).
Sin embargo, el mandatario y la cúpula militar expresaron en
reiteradas ocasiones su apoyo a Plazas y rechazaron la sentencia
proferida por la justicia, que al decir de los familiares víctimas
de los desaparecidos rompe 25 años de impunidad.
Frente a esta arremetida del gobierno y los mandos castrences, el
presidente encargado de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla,
manifestó que todas las instituciones del Estado deben respaldar la
determinación adoptada por la jueza que condenó a Plazas.
Los procesos judiciales están actuando y ofrecen garantías para
todos los sujetos procesales y debe ser objeto de respaldo de parte
de los demás poderes públicos y de la ciudadanía en general",
puntualizó.
El magistrado también enfatizó que cualquier pronunciamiento en
torno a la validez o no de la sentencia debe hacerse agotando todos
los recursos que la Ley otorga, como el recurso de apelación que
interpondrán la defensa del oficial (r) y la Procuraduría General de
la Nación.
Las palabras de Arrubla se originaron también luego que los
familiares de los desaparecidos presentaran públicamente una nota de
protesta por las declaraciones de respaldo al condenado.
En opinión de éstos se trata de una nueva injerencia del
Ejecutivo en las decisiones de la justicia que, en este caso, derivó
en una condena en contra de uno de los oficiales responsables de la
operación de retoma del Palacio y la solicitud para que se
investigue al presidente de la época, Belisario Betancourt.
La referida sentencia fue proferida ayer en ausencia de Plazas,
quien permanece bajo detención en el Hospital Militar Central, donde
se recupera presuntamente de los problemas psíquicos que le causaron
las diligencias judiciales.
Durante la vista, la fiscalía logró probar que el militar ordenó
el traslado de al menos 11 personas que habrían salido con vida de
la edificación recuperada a sangre y fuego, y llevadas hasta la
dependencia militar, de donde desaparecieron.
En tanto, la defensa de los familiares de los desaparecidos
afirmó que los trastornos alegados por Plazas para no estar presente
en la vista son una justificación suya para evadir su ingreso en
prisión.
Esta es la primera condena judicial que se emite por los hechos
que rodearon la retoma del Palacio de Justicia hace 25 años y que ha
sido calificado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos de
holocausto y masacre.