Hace sólo unos días, en la ciudad de Holguín, más de 300 jóvenes
intelectuales y artistas de veinte países, participantes en la
edición diecisiete de las Romerías de Mayo, proclamaron, en la
Declaración Final del encuentro, su rechazo a la "campaña
mediática internacional que ha querido distorsionar la realidad de
Cuba, ocultando los logros de su pueblo y la dimensión de su
ejemplo" y revindicaron el derecho de nuestro
país "a existir como nación libre y soberana".
Hoy nos vemos en la obligación de pronunciarnos ante la insólita
Plataforma de españoles por la democratización de Cuba que,
integrada por figuras de la literatura, el periodismo y el
espectáculo de la nación ibérica, acaba de dar a conocer, en
conferencia de prensa, un "Manifiesto" que pretende "ayudar al
pueblo cubano para que alcance la democracia lo antes posible".
Se trata de un claro intento por no dejar morir la campaña
anticubana que desde los más poderosos medios de comunicación se
viene articulando contra nuestro país.
En un acto de injerencia que recuerda los peores años de la
historia colonial, los promotores de este "Manifiesto" descalifican
y tildan de "totalitario" a nuestro modelo social y político.
Desconocen que lo que llaman una "feroz y dolorosa dictadura" acaba
de recibir el respaldo público y mayoritario de todas las
generaciones de cubanos en las elecciones de delegados del Poder
Popular y en las masivas demostraciones con motivo del Primero de
Mayo, actos de legítima democracia que no quieren entender.
Como parte del show mediático, un cable de EFE, fechado ayer en
Madrid, se arriesga a encabezar la noticia con el siguiente titular:
"Los grandes de la cultura española denuncian la feroz dictadura
castrista". Publica además una imagen, reproducida por otros medios,
en la que, ante un enorme fondo con el logotipo oficial de la
Presidencia española de turno de la Unión Europea, posan con
frivolidad algunos de los que suscriben el documento.
Los propósitos inmediatos de este show, se hacen explícitos en
las declaraciones de los pocos firmantes que asistieron al acto.
Aludieron con insistencia a la VI Cumbre Unión Europea-América
Latina y el Caribe que se realizará la próxima semana en Madrid: "No
se puede permitir -dijo uno de ellos- que se utilice esta cumbre
para suavizar las relaciones con los hermanos Castro. Se tiene que
denunciar, presionar y obligar, tanto a los líderes de la Unión
Europea como de Latinoamérica, para que ellos se involucren en esta
lucha a favor de la libertad".
Ante esta confesión, cómo no entender el "Manifiesto" como una
acción desesperada con la que pretenden evitar por todos los medios
que se generen simpatías hacia Cuba, en un contexto latinoamericano
y caribeño hostil a la política colonialista de los países del
bloque europeo.
Esta patética maniobra ataca claramente al gobierno de Zapatero
por considerar su política exterior "animosa con la dictadura"
-según las palabras de otro de los firmantes- y se articula con el
anuncio del ex presidente Aznar de que realizará un homenaje en
vísperas de la mencionada Cumbre a "las organizaciones cubanas
demócratas de dentro y fuera de la isla", en realidad un puñado de
mercenarios sin principios ni el menor prestigio.
De este modo, desde una Europa conmocionada por una profunda
crisis económica y un dramático desempleo, algunos "famosos" de
España, quizás uno que otro "grande" y muchos indudables "pequeños",
se unen nada menos que a Aznar para "no dejarnos solos". Les
angustia de manera evidente la solidaridad hacia Cuba que nuestros
hermanos de América Latina y el Caribe seguramente pondrán de
manifiesto en la Cumbre. Les desespera que en la cita se condene el
bloqueo de los Estados Unidos y se denuncie la agresión contra
nuestro país.
Los jóvenes escritores y artistas cubanos reconocemos el esencial
aporte de la cultura de los pueblos de España y más de una vez hemos
rendido homenaje a los grandes de las artes y las letras de ese
país. La ética de la España republicana y antifascista es la
nuestra. Al propio tiempo, rechazamos toda maniobra colonial y nos
resulta particularmente repugnante que esta llamada "Plataforma" se
presente ante el mundo de un modo tan burdo y con una cobertura en
apariencia cultural.
Los cubanos nunca nos hemos sentido solos. Compartimos nuestras
realizaciones y esperanzas con millones de seres humanos de todo el
planeta. Ellos son conscientes del humanismo que encierran las ideas
y principios que ha proclamado por medio siglo la Revolución Cubana.