El presidente de Bolivia, Evo Morales, entregará mañana en
Naciones Unidas, los resultados de la reciente Conferencia Mundial
de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra.
Fuentes de la representación permanente boliviana ante Naciones
Unidas, confirmaron hoy a Prensa Latina que el mandatario arribará a
Nueva York en la madrugada del viernes.
La visita de Morales genera aquí una creciente expectativa en
medio de las severas dificultades que experimentan los intentos de
la ONU por tratar de avanzar en el tema del cambio climático tras el
fracaso de la cumbre de Copenhague en diciembre pasado.
Poco antes del mediodía del viernes, el mandatario boliviano será
recibido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a quien
trasladará las conclusiones de la cita mundial celebrada en la
localidad boliviana de Tiquipaya, cerca de Cochabamba.
Durante su estancia en la sede de la organización internacional,
Morales ofrecerá una conferencia de prensa y sostendrá una reunión
con los embajadores de los países miembros del Grupo de los 77 más
China.
El jefe del Estado Plurinacional de Bolivia viaja a la ONU
acompañado de una misión intercontinental integrada por
representantes de África, Oceanía, Asia, Europa y América Latina y
el Caribe que participaron en la reunión de Tiquipaya.
El cónclave de los pueblos congregó a unos 40 mil delegados de
145 países y logró acuerdos como el de convocar en abril de 2011 a
un referendo mundial sobre el cambio climático.
También ratificó el principio de responsabilidad compartida y
diferenciada sobre el calentamiento global, el cual obliga a las
naciones ricas a asumir mayores desembolsos para enfrentar las
cuestiones en esa materia.
Además, exigió a los países industrializados que asuman la deuda
climática y suscriban el Protocolo de Kyoto, en su segunda etapa.
La Cumbre Mundial de los Pueblos fue convocada por Bolivia tras
el fracaso de la conferencia realizada por la ONU en Copenhague y
que fue secuestrada por un reducido grupo de países con Estados
Unidos a la cabeza.
Esa maniobra concluyó con la divulgación de una llamada
declaración impuesta por Washington y de la cual Naciones Unidas se
limitó a tomar nota.
La organización mundial prepara otro foro de alto nivel sobre el
mismo tema para celebrarse en el balneario mexicano de Cancún en
diciembre próximo.