El elitista lobby tailandés Camisas Amarillas rechazó la 
			propuesta de reconciliación del primer ministro Abhisit Vejjajiva, a 
			quien exigen la renuncia tras acusarlo de plegarse a las demandas de 
			la oposición, reporta Prensa Latina.
			Tal posición oscurece de nuevo un panorama que prometía aclararse 
			con la Hoja de Ruta de Abhisit, que aceptó con condiciones el 
			movimiento opositor Camisas Rojas, estimaron observadores del 
			conflicto.
			"Exigimos que el primer ministro cancele su propuesta, que salga 
			del camino y deje su espacio para otra persona", emplazó Suriyasai 
			Katasila, vocero de los Amarillos.
			Hasta ahora su fiel seguidora, esta fracción le viró los cañones 
			al acosado gobernante, a quien acusó, además, de negociar en secreto 
			con el depuesto primer ministro Thaksin Shinawatra.
			La reacción de esta elite burocrática y pro-monárquica resulta 
			particularmente preocupante, pues hace dos años sus fieles 
			bloquearon el aeropuerto internacional de Bangkok durante una semana 
			para sacar del poder a partidarios de Thaksin.
			Ahora amenazan con sabotear la única solución de paz aceptada por 
			los Camisas Rojas, cuyas costosas protestas duran ya dos meses.
			La iniciativa garantiza elecciones generales el 14 de noviembre y 
			la disolución del parlamento en los dos meses previos, siempre y 
			cuando terminen las protestas y nadie cuestione a la monarquía.
			Sin embargo, los Amarillos consideran que tal decisión viola la 
			Constitución y rechazan cualquier intento de llevarla a efecto, 
			aunque tampoco aportan soluciones a una crisis que ha dejado 27 
			muertos, mil heridos y millonarias pérdidas económicas.
			Por otro lado, Abhisit se rehúsa a fijar una fecha para disolver 
			el parlamento mientras los Camias Rojas sigan acantonados en su 
			bastión de Ratchaprasong, pero estos se niegan a marcharse hasta que 
			el primer ministro establezca un plazo preciso.
			Los Amarillos reclaman una Ley Marcial y el desalojo de los Rojos 
			por la fuerza, tildando de terroristas al grupo compuesto en su 
			mayoría por campesinos pobres y la clase obrera de las ciudades.
			El vocero de las fuerzas especiales de seguridad, coronel Sansern 
			Kaewkamnerd, negó que la aplicación de la Hoja de Ruta signifique el 
			fin de las operaciones para retomar Ratchaprasong, corazón comercial 
			de Bangkok.