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Capítulo vergonzoso
ARNALDO MUSA
musa.amp@granma.cip.cu
La nueva estrategia militar de
Estados Unidos en Afganistán, planificada por el general Stanley
McChristal, prevé obtener el apoyo de los campesinos que siembran la
amapola y producen el 93% de la heroína que se consume en el mundo,
para evitar que se unan a la insurgencia.
Soldado
ocupante en un campo de amapola, planta de donde se extrae el opio y
de ahí la heroína.
Lo cierto es que la producción de drogas en Afganistán se
multiplicó diez veces desde la invasión de Estados Unidos en el
2001.
Cuando se busca realmente el porqué Washington agredió a
Afganistán, pretextando el combate al terrorismo, se habla de la
existencia de uranio en su suelo, la posesión de cualquier oleoducto
que pase por ese territorio, y su posición geoestratégica, comentaba
el periodista Enrico Piovesana, en Rebelión.
Conjeturas que tienen validez, pero que toman certeza cuando se
menciona el control del tráfico de drogas, un negocio que deja por
lo menos 150 000 millones de dólares al año, la tercera parte de los
cuales va a parar a manos norteamericanas, gracias, según
testimonios serios, a los manejos de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA).
Nada extraño cuando se sabe que la CIA estuvo implicada en el
contrabando de drogas para financiar la agresión a los países
indochinos y a la contrarrevolución en Nicaragua.
ARANDO EN EL MAR
Por eso, hay que sonreirse cuando el presidente norteamericano,
Barack Obama, le pide a su homólogo afgano, Hamid Karzai, que luche
contra la corrupción.
El periodista ruso Arkadi Gubnov, de Vremya Novostei, haciendo
pública una información proporcionada por una fuente de los
servicios secretos afganos, escribió que "el 85% de toda la droga
producida en Afganistán se transporta al exterior por medio de la
aviación estadounidense". Y según ha escrito en The Guardian el
periodista afgano Nushin Arbabzadah, a menudo oculta en ataúdes; es
decir, se llenan de drogas, en lugar de cadáveres.
Otro periodista, el norteamericano Dave Gibson, de NewsMax, citó
una fuente anónima de los servicios de inteligencia de EE. UU., al
afirmar que "la CIA siempre ha estado involucrada en el tráfico
mundial de drogas, y en Afganistán, simplemente, llevan a cabo su
negocio favorito, como hicieron durante la guerra de Vietnam".
"Estados Unidos no se opone al narcotráfico afgano para no
socavar la estabilidad de un gobierno apoyado por los principales
traficantes de drogas en el país, empezando por el hermano de Karzai",
escribió en el Huffington Post el periodista norteamericano Eric
Margolis, quien predijo: "cuando la historia de la guerra se haya
escrito, la sórdida participación de Washington en el tráfico de
heroína afgana será uno de los capítulos más vergonzosos". |