Lo cierto es que faltando un tercio del match, —cuatro partidas— 
			al retador se le ha visto muy bien en los dos últimos compromisos.
			
			En el séptimo cotejo consiguió conjurar el maleficio Catalán de 
			apertura del monarca GM Viswanathan Anand, para regalarnos a la 
			defensa de las piezas negras una partida muy original, que si bien 
			no ganó, sirvió para mostrarnos ese don que le distingue en la elite 
			del orbe donde, por cierto, se consolidó como el segundo en la lista 
			ELO de la Federación Internacional (FIDE), apareciendo en ella este 
			mes con 2 812 puntos, solo con uno menos que el prodigio noruego 
			Magnus Carlsen.
			En el octavo encuentro, de blancas, ante una variación en el 
			planteamiento de Anand, en la defensa Eslava, aprovechó muy bien su 
			ventaja, ganando un final técnico difícil y controvertido, en el que 
			al parecer Anand dejó escapar un buen plan defensivo al no jugar el 
			movimiento 54¼ Ad3, —en lugar de 
			54¼ Ac6— para cambiar este Alfil a la 
			diagonal b1-h7, con buenas oportunidades de empatar. 
			Con el match igualado a cuatro puntos, es bien difícil hacer 
			pronósticos, pero sin duda Anand no cederá con facilidad la corona, 
			técnica le sobra y empuje no le falta, ya demostró una vez más que 
			no es segundo de nadie en las complicaciones, cuando destrozó a su 
			rival en la memorable cuarta partida. Por tanto, ni en la táctica y 
			el juego de compensaciones Topalov puede declararse el mejor, y algo 
			más: si la decisión se extiende a las partidas suplementarias, con 
			menor tiempo de reflexión, se las verá ante uno de los más afamados 
			hombres rápidos. 
			Hoy Anand tendrá otra oportunidad con las piezas blancas, sigamos 
			la batalla, la pugna entre estos dos privilegiados intelectos es un 
			gran espectáculo.