Con 
			el listón bien alto puesto por sus tres coequiperos de la greco, los 
			exponentes de la libre atacaron los colchones del Coliseo Manuel 
			Barragán, de Monterrey, México, sede del clasificatorio continental 
			de lucha rumbo a los I Juegos Olímpicos de Singapur, y¼ 
			marcaron la tarjeta.
			Así Abraham Conyedo, en la división de 100 kilogramos, caminó 
			victorioso hasta el oro sumando 21 puntos y permitiendo solo uno en 
			sus tres pleitos, incluido el decisivo ante el estadounidense Tanner 
			Hall.
			El sorteo le jugó una mala pasada a Santiago Hernández (46), 
			víctima en su primer pleito del a la postre campeón Andri Dávila, de 
			Venezuela; ese desliz acrecentó sus ansias de triunfo y en el 
			repechaje salió airoso, actuación merecedora de un metal bronceado. 
			También en la apertura resbaló Luis Ernesto Sánchez (63), en peso 
			dominado por Quintin Murphy, de Estados Unidos.
			El día anterior fue aciago para las féminas y Terenia Limonta 
			(52) cedió en su segundo combate ante la canadiense Linda Morais 
			(0-7) (0-3), finalmente reina, y en la ronda de repechaje, la cual 
			le hubiera proporcionado bronce, abrió con triunfo ante la brasileña 
			Hadaza Duarte, antes de su naufragio a manos de la dominicana 
			Natividad González.
			Yasleni Fizz (60) corrió peor suerte y en su debut cayó (0-6) 
			(0-1) frente a la venezolana Greisy Reyes, bronce en una división 
			ganada por la estadounidense Jenna Burkert. 
			Estos desenlaces dejaron a las damas sin opciones, mientras los 
			del estilo clásico y la libre dispondrán de dos visados para la 
			fiesta juvenil. (H.I.)