Las afectaciones causadas a embalses y otros reservorios de agua
por la severa sequía que afronta Cuba deben contrarrestarse con
medidas de control para economizar agua en todos los ámbitos.
Expertos analizaron este miércoles el impacto de la escasez de
lluvia y precisaron localidades y regiones más vulnerables ante la
disminución del líquido en fuentes acuíferas, al intervenir en la
Mesa Redonda informativa de la televisión y la radio cubanas, dijo
la AIN.
La doctora Cecilia Fonseca Rivera, investigadora del Ministerio
de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), explicó que la
sequía se evalúa por sus condicionantes climáticas y sus
consecuencias diversas, y dijo que el evento actual afecta áreas
centrales y orientales de Cuba, y se intensificó desde mayo a
octubre de 2009.
Al término de 2009, cerca de 61 por ciento de las áreas
nacionales estaban afectadas por insuficientes lluvias, y al
concluir marzo de este año el déficit de lluvias abarcaba el 50 por
ciento de las áreas, especialmente en La Habana, Ciego de Ávila,
Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Subrayó la especialista que las naciones caribeñas, en general,
sufren el evento de sequía, lo que ha sido objeto de estudio y
búsqueda de soluciones por los gobiernos del área, algunos de los
cuales han racionalizado el consumo y penalizado el derroche del
líquido.
Para enfrentar la sequía, y cualquier otra anomalía climática es
menester prepararse, afirmó la experta, y recomendó que se adopten
medidas adecuadas, que no sean incompatibles con el principio de
sostenibilidad.
Recordó que en mayo suele comenzar el período anual de lluvia,
pero insistió en que se debe seguir atento al comportamiento real de
las precipitaciones.
Reportajes de la televisión cubana mostraron las afectaciones que
hoy sufren las provincias de Ciudad de La Habana, Granma y Sancti
Spiritus, donde los embalses principales están muy por debajo de su
capacidad, otras fuentes de abasto se agotaron lo que ha conllevado
a implementar medidas de inspección y control del gasto.
El doctor Jorge Mario García, director de Cuencas Hidrográficas,
afirmó que el déficit de precipitaciones reflejan impactos del
cambio climático y Cuba arriba al cierre de abril -periodo seco--,
con los 239 embalses administrados por Recursos Hidráulicos, hasta
hoy, al 44,7 por ciento de llenado.
Dijo que de 100 unidades de acuíferos controlados
sistemáticamente, 67 muestran niveles normales, en 38 de estos ha
descendido, y en 33 la situación se muestra desfavorable.
Sobre el abasto a la población explicó que hay 370 fuentes
afectadas, 171 agotadas; 520 mil personas sufren déficit de abasto
del líquido, de las cuales 230 mil son abastecidas con pipas, en las
provincias más afectadas: Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín,
Camagüey y La Habana.
En relación con la severa temporada de sequía ocurrida en Cuba en
el período entre los años 2003 y 2005, García mostró estadísticas
demostrativas de que, a pesar de las afectaciones actuales, estas no
alcanzan la gravedad de entonces.
Finalmente, el experto enfatizó la necesidad de elevar la
educación hidráulica de la población y las entidades administrativas
para ahorrar agua todo el año a fin de afrontar eventos de sequía y
poder satisfacer las demandas.