KABUL, 27 de abril. — La inseguridad reinante forzó hoy a la ONU 
			a retirar el personal extranjero y cerrar su misión en la ciudad 
			sureña afgana de Kandahar, objetivo de una ofensiva de Estados 
			Unidos y la OTAN.
			La portavoz del máximo organismo internacional, Susan Manuel, 
			comunicó que algunos empleados extranjeros en la oficina de Kandahar, 
			capital de la provincia homónima, fueron trasladados por su 
			seguridad a Kabul, y se dijo al personal afgano que continuaran en 
			sus hogares.
			En este contexto, miles de efectivos de la OTAN y Estados Unidos 
			planean realizar aquí en los próximos meses la mayor ofensiva 
			militar en una agresión que lleva casi nueve años.
			Según esos planes, 8 000 soldados estadounidenses y canadienses 
			asegurarán áreas rurales en torno a la ciudad, mientras que una 
			brigada recién desplegada de 3 500 infantes de marina del Pentágono 
			escoltarán a 6 700 policías afganos en áreas urbanas.