Cuba trabaja para sustituir en todo lo posible costosas
importaciones de semillas de hortalizas, dijo el doctor Adolfo
Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana y
Suburbana.
En declaraciones exclusivas para AIN, el también director del
Instituto Nacional de Investigaciones Fundamentales de la
Agricultura Tropical (INIFAT), precisó que el propósito incluye a la
totalidad de la simientes en el caso de la lechuga, salvo algunas
variedades que se puedan probar en el país.
Añadió que ya se cuenta también con la primera variedad cubana de
col, obtenida por la científica del INIFAT María Benítez, la cual
podrá sembrarse experimentalmente en la próxima etapa invernal en
todas las provincias de la nación.
Rodríguez Nodals precisó que, sin embargo, hay hortalizas como la
remolacha que no florecen en las condiciones climáticas de Cuba, por
lo que habrá que continuar importando las semillas.
Durante un recorrido de trabajo por la provincia de Las Tunas, a
unos 670 kilómetros al este de La Habana, Rodríguez informó, además,
que el nuevo programa de Agricultura Suburbana marcha acorde con lo
previsto en 17 municipios de la Isla que desde enero ya lo aplican
de manera oficial.
Agregó que hay otros 13 municipios que discutieron la primera
versión del proyecto, el cual tiene su mayor avance en Güira de
Melena y Alquízar (provincia de La Habana) y Yaguajay (Sancti
Spíritus), que ya marchan en la segunda fase.
El Programa de Agricultura Suburbana tiene como propósito
esencial fomentar siembras y crianzas en las áreas periféricas de
las ciudades y poblados del país, en un anillo cuyo radio oscila
entre los dos y los 10 kilómetros de la zona urbana.
Ello posibilitará acercar las producciones agrícolas a los
núcleos poblacionales, ahorrar combustibles y otros recursos en su
transportación y, en general, desarrollar una agricultura más
económica y sostenible.