El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, declaró hoy que la
situación en Haití continúa extremadamente difícil y expresó su
confianza en la ayuda internacional para avanzar en la
reconstrucción de ese país.
El máximo responsable de Naciones Unidas se reunió este domingo
en Puerto Príncipe, donde realizó una breve visita de un día, con el
presidente haitiano, René Preval, y el primer ministro, Jean-Max
Bellerive.
Este fue el segundo viaje del dirigente de la organización
mundial al país caribeño luego del terremoto que lo asoló el pasado
12 de enero y ocasionó unos 230 mil muertos y millones de
damnificados.
En declaraciones a la prensa, Ban Ki-Moon dijo que el problema de
albergar a la población que perdió sus viviendas, estimada en un
millón 300 mil personas, constituye la prioridad principal en estos
momentos, según reportó el servicio de noticias de la ONU.
Opinó que se han registrado progresos en la entrega urgente de
alimento y agua y el reforzamiento de la seguridad por parte de los
efectivos de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas para
Haití (MINUSTAH).
No obstante, insistió en acelerar la construcción de albergues
antes de la llegada de la estación de lluvias para dar cobijo a un
alto número de desamparados.
El desafío mayor es ahora el alojamiento y la sanidad, subrayó al
explicar que más del 60 por ciento de los haitianos que quedaron sin
techo recibieron tiendas de campaña o lonas impermeables y se espera
cubrir a todos los necesitados para abril próximo.
También resaltó la importancia de la cumbre convocada para el
próximo 31 de marzo en la sede de la ONU para tratar el tema de la
asistencia para la reconstrucción de Haití.
Necesitamos recursos para escuelas, carreteras, puertos, energía
y otros elementos de la infraestructura y espero que la comunidad
internacional mantendrá su generosa respuesta en la cita de Nueva
York, señaló.