Si de mostrar salud se trataba, estupendo que lo hizo el
atletismo cubano en el finalizado XIII Campeonato Mundial en pista
cubierta, durante viernes, sábado y domingo en Doha, capital de
Qatar.
El total de cinco medallas iguala el mayor histórico, válido para
un destacado sexto lugar, mientras que los 47 puntos obtenidos por
nueve finalistas reportan la mejor ubicación por naciones de todos
los tiempos, tercera, detrás de Estados Unidos y Rusia.
En el Mundial compitieron más de 600 atletas de 147 países y Cuba
terminó con una de oro de Dayron Robles, tres de plata a cargo de
Yargelis Savigne y Yoandri Betanzos (triple) y William Collazo (400
m), junto a una de bronce de Arnie David Girat (triple).
La tercera y última jornada dominical fue la más productiva, con
la ratificación en la fama universal por parte de Robles, quien
realizó una de sus más fulgurantes carreras para coronarse con
récord para los campeonatos de 7.34.
No obstante las salidas conservadoras realizadas (de nuevo fue
último en abandonar los bloques) su registro ganador clasifica como
tercero de todos los tiempos, a una centésima de su tope personal y
a cuatro del primado universal del británico Colin Jackson (7.30, en
1994). Se imaginan si en lugar de 0.196 de reacción al disparo
hubiera tenido, por ejemplo, la de 0.149 del subtitular Terrence
Trammel, aunque no fue la mejor de todas.
Su progresión fue vertiginosa para rematar en la meta al estelar
estadounidense, quien nada menos que empató con 7.36 el récord de su
país, en una carrera donde el sensacional chino Liu Xiang, según sus
propios vaticinios, resultó figura decorativa, séptimo, lo que no
impidió el saludo efusivo del cubano por tratarse del retorno a las
grandes competencias de su admirado amigo, tras una complicada
operación.
El cierre del certamen no pudo ser más expectante, con los
eventos de pista concluidos y solo el triple varonil en su sexta y
última vuelta, liderado todo el tiempo por el cubano Yoandri
Betanzos con tope personal y del año de 17.69 y su compañero Arnie
David Girat en bronce, que aseguró tras el turno final del astro
sueco Christian Olsson, relegado al cuarto escaño.
Fue entonces cuando se produjo la apoteosis de clausura, a cargo
del veinteañero francés Teddy Tamgho, con pasmosa primacía universal
de 17.90, superior en 7 cm a la que compartían el cubano Eliécer
Urrutia y Olsson), la cual resultó inalcanzable para el cierre del
cubano.
Así acontece en el atletismo, donde no se puede evitar la faena
de los rivales. En la mejor actuación de por vida, sin la presencia
del potente británico Phillip Idowu y Olsson en baja, al
multimedllista Betanzos de nuevo le resultó esquivo el momento de
acariciar una corona, y a Cuba el cuarto lugar por medallas que
dicho oro hubiera significado, aunque hubo regocijo por las
actuaciones realizadas.
Para Francia fue su primera y única medalla, a cargo de alguien
con único palmarés de campeón mundial juvenil del 2008, como lo fue
en solitario para Kazajastán la correspondiente a Olga Rypakova,
quien el sábado salió del anonimato medallístico para con un
sorpresivo 15.14 impedir la reiteración en la cima por parte de la
jerarca Yargelis Savigne, otra que compitió bien con su 14.86, no
tanto su compañera Mabel Gay, quinta con 14.30.
Ese mismo sábado descolló la plateada del cuatrocentista William
Collazo con marca personal de 46.31, igualando la proeza de Roberto
Hernández en Indianápolis 1987, así como el peleado cuarto lugar de
Anay Tejeda en 60 con vallas con tope anual de 7.91, contrastante
con un 7.95 bronceado hace dos años.
Los otros finalistas fueron Leonel Suárez, séptimo en su debut
mundialista bajo techo, 200 puntos por debajo de su record de 5 964
puntos, y Misleydis González, octava con 18.77, y sin embargo cuarta
en Valencia 2008 con dos cm menos.
A los no clasificados del viernes, David Lescay (60 m) y Wilfredo
Martínez (longitud), se unieron el sábado Mailín Vargas (17.52 en
bala) y el domingo Dayron Capetillo, tercero en la primera semifinal
de 60 con vallas (7.76).