El comité internacional de selección se reunió recientemente en
la oficina de la Muestra en La Habana para valorar las 217 películas
que se presentaron a esta edición. Guadalupe, Antigua, República
Dominicana, Trinidad y Tobago, Curaçao, Santa Lucía, Haití, Belice,
Nicaragua, Colombia figuran entre los 22 países que sometieron sus
filmes a esta consideración.
Presidida por el realizador Rigoberto López, la Muestra
Itinerante se inició entre 2006 y 2007 en Cuba en colaboración con
la UNESCO. Participaron en el primer año 106 películas de 17
naciones, en el segundo 118 del mismo número de países y para esta
edición fueron recibidas casi el doble de los materiales presentados
en las anteriores ocasiones, lo que al decir de su presidente viene
a reafirmar el éxito de esta iniciativa ante la crítica, el público
y los propios cineastas de la región.
El comité de este año fue conformado por Carla Foderingham,
presidenta de la Compañía Cinematográfica de Trinidad y Tobago;
Norman de Palm, escritor y productor de Curazao: Rassoul Labuchin,
realizador y escritor haitiano y el propio Rigoberto López.
La Foderingham destacó "que las películas eran excepcionales y la
Muestra Itinerante de Cine del Caribe es una plataforma maravillosa
para promover la diversidad y cultura de la región". Por su parte
Normand de Palm resaltó "que debido a la gran importancia que para
los países de la región tiene la Muestra, se debe asegurar el
crecimiento y mantenimiento de este evento. La región debe mantener
un apoyo financiero a este importante proyecto y no simplemente
exhibir en la pantalla las producciones en sus países respectivos."
Rassoul Labuchin destacó que "la Muestra es el más valioso medio
para la distribución de películas en el ámbito antillano al promover
la unidad de nuestras comunidades".
Con gran variedad de géneros, estilos, miradas y estéticas las
cintas seleccionadas discursan en su mayoría sobre la importancia de
archivar y registrar nuestra identidad, el valor de las culturas
indígenas, y la globalización y su impacto en la zona.
Paralelamente, y como expresión solidaria con la tragedia sufrida
por el pueblo haitiano, los organizadores curaron una selección de
filmes referidos a ese país, que recorre en la actualidad salas de
exhibición de América Latina, Europa y de universidades
estadounidenses con el objetivo de sensibilizar al mundo con el
presente y la historia de la nación que protagonizó la primera
revolución antiesclavista del continente.