Tras la rotunda negativa de los irlandeses a pagar una millonaria
deuda a Reino Unido y Holanda, la Unión Europea (UE) descartó este
lunes que el referendo influya en el proceso de ingreso del país
nórdico en el bloque comunitario, reporta Prensa Latina.
La Comisión Europea tomó nota de los resultados de la consulta
popular en Islandia, pero nuestra posición no ha cambiado, afirmó la
portavoz de Ampliación de la UE, Angela Filote.
Puntualizó que el organismo ejecutivo mantiene el llamado a los
socios comunitarios para iniciar las negociaciones bilaterales de
adhesión al bloque, un proceso que podría acelerarse por los
intereses europeos en la membresía islandesa.
El gobierno de Reykjavík sometió a referendo la posibilidad o no
de solucionar el litigio financiero con Reino Unido y Holanda
mediante el pago de unos tres mil 800 millones de euros adeudados,
tras la quiebra del banco Icesave, en octubre de 2008. Un 93,2 por
ciento del electorado islandés votó por el "No".
Londres y La Haya asumieron entonces la compensación a los
ahorristas británicos y holandeses, y reclaman a Islandia la
devolución de ese dinero en un plazo de 14 años, a tasas de
intereses (de 5,55 por ciento), aún en proceso de negociación.
La Comisión Europea convocó para el mes de abril a una cumbre
regional con vistas al inicio formal de las tratativas de ingreso,
cuya agenda se centrará en temas que suscitan disenso como el
control y soberanía sobre los recursos naturales y reformas
internas.
Yo no veo ningún problema dramático, opinó recientemente el
comisario europeo Stefan Fuele, al recordar que Islandia forma parte
del Espacio Económico Europeo, lo cual facilita la aplicación de la
legislación comunitaria, dijo.
De modo general, los socios comunitarios ven en la nación nórdica
un gran activo para la UE y una puerta de entrada hacia los polos,
zona de histórica disputa geopolítica entre Estados Unidos, Canadá,
Rusia y Europa.
El ministro de Finanzas islandés, Steingrimur Sigfusson, expresó
el interés de su gobierno de zanjar el litigio antes de las
elecciones legislativas en Reino Unido, previstas para mayo o
inicios del mes siguiente, y las de Holanda, el 9 de junio.
Ambos gobiernos se han mostrado flexibles para negociar con
Islandia, sin entorpecer los intereses europeos, conforme a los
pronunciamientos oficiales.