Pese al incremento de la legislación a favor de las mujeres y que
posiblemente dos de ellas estén entre los candidatos a la
presidencia del país en los comicios de octubre, en Brasil persiste
hoy la desigualdad de género, reporta Prensa Latina.
Aunque son el 51 por ciento de la población nacional, las féminas
brasileñas ocupan menos del 10 por ciento de los puestos políticos
del país, trabajan más horas y reciben menos salario que los hombres
por igual ocupación.
De igual manera un número mayor de ellas es víctima de
enfermedades que antes afectaban principalmente a los varones.
Datos divulgados en ocasión del Día Internacional de la Mujer
reflejan que las brasileñas son mayoría en el electorado nacional.
En la contienda de 2008 resultaron casi cinco millones más que
los hombres, lo cual significa un cuatro por ciento de los votos,
que puede ser decisivo en la selección.
Sin embargo, Brasil tiene apenas tres gobernadoras en 27 estados,
10 senadoras de 81 posibles y 45 diputadas federales de 513 curules.
La situación aún es peor en los cargos estaduales, lo que lleva
al país a ocupar el lugar 142 a nivel mundial en representación
femenina en la política nacional.
En ese tema, Brasil permanece no sólo atrás de todas las naciones
desarrolladas, sino de casi todas las latinoamericanas y de otras de
lengua portuguesa como Angola y Mozambique.
Tal cuadro podrá comenzar a variar con la reciente aprobación de
un cambio en la legislación electoral, que obliga a los partidos a
reservar a las mujeres el 30 por ciento de las candidaturas.
La posible participación de dos mujeres como precandidatas a la
presidencia del país, Dilma Rousseff, por el gobernante Partido de
los Trabajadores, y Marina Silva (Partido Verde), podrá favorecer no
sólo la asistencia de las féminas a las urnas, sino también elevar
su participación en política, estiman analistas.
De otro lado, las brasileñas son hoy víctimas de dolencias que
antes afectaban mayormente a los hombres, como las cardiovasculares
y el VIH SIDA.
El último informe del Ministerio de Salud, de 2006, refiere que
de cada 100 mujeres fallecidas, 36 lo fueron por enfermedades del
corazón y problemas en el sistema circulatorio.
Asimismo, el Programa de la Organización de las Naciones Unidas
para el VIH SIDA muestra que es la dolencia que más féminas en edad
repoductiva mata en el mundo, siendo el 70 por ciento de los casos
vinculados a la violencia doméstica y sexual.
Estadísticas oficiales concluyen que la década del 2000 marca la
feminización del VIH SIDA en Brasil, ya que si en 1986 de cada 15
casos de SIDA en hombres había uno en personas del otro sexo, la
relación cambio para 10 mujeres por cada 15 hombres. En el grupo
etario de 13 a 19 años es de 10 casos en féminas por ocho varones.
Además, aunque más calificadas, en Brasil las mujeres trabajan
más horas y ganan menos que los hombres como lo demuestran las
estadísticas del Ministerio del Trabajo y el Empleo.