El canto místico de los chamanes del alto Orinoco acompañará a la
Orquesta Filarmónica Nacional de Venezuela en un concierto el
próximo domingo, espectáculo calificado de vanguardista por la
audacia de la experimentación, reporta Prensa Latina.
El estreno de la pieza Watunna, que en lengua yekuana significa
canción u oración, es el pretexto para fundir en el escenario los
ritos curativos de los hechiceros, con los acordes de la agrupación
de música clásica.
Los cánticos entonados por tres chamanes, depositarios de una
sabiduría ancestral, se fundirán con la melodía de la filarmónica en
la Universidad Nacional Experimental de las Artes.
Por primera vez tendremos chamanes en vivo protagonizando una
obra contemporánea, ellos no harán ninguna representación, su
presencia será un acto completamente apegado a las costumbres de los
pueblos originarios, explicó a Prensa Latina Juan Carlos Núñez,
compositor y arreglista que dirigirá la orquesta.
Los guías espirituales vendrán a una sala de Caracas, será todo
un acontecimiento. Es una aproximación que comienza, no se trata de
aprovecharnos de las tradiciones indígenas para hacer arte", dijo
Núñez.
Agregó que la propuesta es un abrazo. Muchos artistas tenemos
contactos con esas comunidades, con antropólogos, investigadores, y
lo más importante, ellos se están acercando también a nosotros.
Para el compositor, lo más atractivo de esas culturas son sus
tonadas sanativas. Los chamanes necesitan dotes musicales, es una
condición imprescindible para combatir o ahuyentar las enfermedades,
que según la mitología de esas etnias, son traídas por los espíritus
malos".
Sin embargo no hay una exigencia vocal específica para esas
prácticas, asevera el destacado músico, autor de la banda sonora de
dos películas sobre el universo indigenista.
Las culturas nativas venezolanas seducen por su gran imaginario,
en ellas lo primero es la poseía, el arte. Considero fundamental el
conocimiento de esa realidad, que es un tema del momento, no de
épocas pasadas, sería interesante también poder preservar algunos
instrumentos típicos de esas agrupaciones como sus flautas y
tambores, reiteró.
El fenómeno del chamanismo, presente tanto en pueblos siberianos
como japoneses, en las tribus indígenas de Australia y América,
pervive en las márgenes del río Orinoco y en otros parajes de la
geografía venezolana.
Ahora llegará a un escenario caraqueño para fundirse con las
corrientes modernistas, en un concierto gratuito.
Esas son las cosas buenas que están ocurriendo en Venezuela y que
muchos medios de prensa ignoran. Entrar a un espectáculo con esas
características es una experiencia gratificante, pues se respira un
sentimiento de solidaridad, de cercanía.
Otro de los propósitos de la Compañía Nacional de Música, que
organiza estas funciones, es la apertura de oportunidades para
jóvenes talentos como Adrián Suárez, autor de Watunna, subrayó
Núñez.