Cerca de medio millón de toneladas de materia orgánica se produjo
en Guantánamo en el último lustro, en beneficio de la calidad de
suelos y cultivos y la apremiante producción de alimentos que exigen
estos tiempos.
Durante el período se aprovecharon en las áreas cultivadas de
esta región cubana alrededor de 150 mil toneladas de humus de
lombriz, y 230 mil de compost, obtenido de la mezcla de residuos de
cosechas agrícolas con tierra y otros componentes de origen vegetal
o animal.
En 2009 las entidades agrícolas del extremo oriental cubano
aplicaron unas 35 mil toneladas de estos nitratos ecológicos, a
favor del enriquecimiento de las propiedades físico-químicas del
suelo.
Esos fertilizantes beneficiaron áreas de la agricultura urbana,
viveros forestales y frutales, superficies destinadas a viandas y
hortalizas, y en las montañas se aplicaron a plantaciones de café y
cacao, renglones de los cuales el territorio es segundo y primer
productor a escala nacional, respectivamente.
Teudi Limers, director de la Estación Provincial de Suelos
-baluarte en la obtención de esos abonos- explicó a la AIN que en el
último año el recurso contribuyó también con los rendimientos
agrícolas de Saint Kitts y Nevis, país a donde se exportaron decenas
de toneladas de humus de lombriz.
Subrayó que ese nitrato es considerado el más completo, pues
posee gran actividad fitohormonal y su estructura y composición
química le confieren alto poder nutritivo.
Actualmente en Guantánamo se incentiva la cultura de conformación
de esos abonos, con la creación de nuevos centros destinados a
obtenerlos.
Las unidades procesadoras de dichas materias ascienden en la
región a cerca de 500 y emplean a cientos de pobladores serranos.