CAMAGÜEY.— Cientos de trabajadores pertenecientes a organismos de
subordinación provincial se han sumado durante estos días al combate
contra el mosquito Aedes aegypti en las nueve áreas de Salud de este
municipio cabecera, territorio que presenta elevados índices de
infestación.
Una vez más se acude a la movilización de fuerzas adicionales de
otros sectores de la economía, ante la ineficacia de las medidas
puestas en práctica para lograr resultados estables en la lucha
antivectorial y evitar jornadas maratónicas con dividendos que
apenas se reflejan de manera temporal.
Existen tres elementos clave que se repiten negativamente en cada
análisis al respecto: organización, calidad y exigencia. He aquí,
sin temor a equívocos, el talón de Aquiles del programa dirigido a
hacer sostenible el combate contra el peligroso vector, al menos en
esta provincia.
El Estado, en medio de una coyuntura económica nada favorable,
dedica cifras millonarias, con el propósito de cortar la cadena de
transmisión de enfermedades letales, como el dengue hemorrágico, y
garantizar así la salud del pueblo.
Sin embargo, los deslices en el actuar de los hombres dan al
traste con todos estos esfuerzos y aparecen los que dilapidan
recursos, no los emplean con efectividad, cometen acciones
fraudulentas o no exigen el cumplimiento de las medidas de carácter
preventivo capaces de eliminar o reducir la presencia del mosquito.
Así, de mes en mes, se reiteran los mismos argumentos y
justificaciones que, en lugar de ofrecer respuestas contundentes al
problema, esconden la verdadera causa del porqué no se acaba de
asestar un golpe demoledor al vector con el apoyo de las fuerzas y
medios a disposición del sistema de Salud en la localidad.
Se impone lograr en cada área una mejor organización de los
trabajadores en la campaña, y que estos sientan el rigor y la
exigencia de los jefes, para eliminar de una buena vez el
conformismo, la rutina, la desidia y la indisciplina. De lo
contrario, se resiente la calidad de las revisiones en centros de
trabajo y viviendas.
A juzgar por la cantidad de multas impuestas hasta ahora a los
violadores, no es preciso ser especialista para percatarse de que en
algunas áreas se trata con "paños tibios" a quienes, en evidente
muestra de irresponsabilidad, hacen caso omiso a las orientaciones y
ponen en peligro la salud de la comunidad.
Lamentablemente resalta la insuficiente participación ciudadana
en la realización sistemática del autocontrol focal y en el
acompañamiento a los trabajadores de Vectores. Muestra evidente de
ello es que del total de focos encontrados en la ciudad, el 53% se
detecta en recipientes y tanques bajos de las viviendas, hecho que
nos conduce a pensar que no siempre se actúa como corresponde ante
una situación capaz de poner en riesgo muchas vidas.
Algo parecido puede decirse de algunas entidades estatales, cuyas
direcciones administrativas y colectivos laborales no han
interiorizado la necesidad de hacer frente común en las tareas de
higienización, al punto de ascender a 41 el número de centros a los
cuales, desde diciembre hasta la fecha, se les han encontrado focos
de Aedes aegypti en áreas bajo su jurisdicción.
Revertir tal panorama en el más breve plazo de tiempo, antes de
que llegue el periodo de lluvias, constituye el principal propósito
de las autoridades del territorio, empeñadas en lograr que la
sistematicidad y el rigor prevalezcan por encima de los golpes de
efecto y las acciones sin resultados probados.
Solo así el combate contra el dañino vector será sostenible y
eficaz para bien de todos los camagüeyanos.