Al rescate del ferroviario

La recuperación del ferrocarril demanda fuerza de trabajo especializada. La reapertura de carreras técnicas y universitarias de la rama ferroviaria y el empleo de soldados del EJT, están entre las medidas para suplir el déficit

Lourdes Pérez Navarro
lourdes.p@granma.cip.cu

En las condiciones de Cuba, el ferrocarril resulta un transporte insustituible. Dadas las características de nuestro país, largo y estrecho, con una longitud superior a los 1 000 kilómetros, económicamente no hay, en grandes distancias por tierra, ningún sistema de transporte superior a este para carga o pasaje.

Fotos: Ismael BatistaLos soldados del EJT inyectan sangre nueva al ferrocarril. Son cantera para la formación de los expertos en construcción y explotación de vías que demanda el país.

Tal realidad fue expuesta por Fidel el 29 de enero de 1975, en el acto central por el Día del Ferroviario celebrado en Placetas, entonces provincia de Las Villas.

En esa fecha quedaba inaugurado el primer tramo de la reconstrucción del ferrocarril central, de gran significado para la economía nacional. La extensión de la obra alcanzaba unos 1 149 kilómetros de longitud, en el tramo La Habana-Santiago de Cuba. El objetivo era que circularan trenes con una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora, con novedosa tecnología y altos niveles de seguridad en su operación.

Fotos: Ismael BatistaLas nuevas inversiones humanizan el trabajo, cuestión primordial en la atención al hombre. Este equipo KGT-V multipropósito realiza ocho operaciones, desde demolición con martillo hasta limpiar cunetas.

Años después, las limitaciones económico-financieras, esencialmente durante el periodo especial, hicieron colapsar este sistema de transporte. Revitalizarlo es hoy tarea de prioridad. A tal propósito el Estado destinó 600 millones de dólares.

Si invertir en recursos resulta primordial, igual importancia tiene formar operarios, técnicos de nivel medio y especialistas de nivel superior en la rama ferroviaria bien capacitados, con los cuales sea posible ejecutar el intenso programa de rehabilitación de las vías férreas y su infraestructura que ya está en marcha.

CANTERAS DE FERROVIARIOS

Entre los problemas principales que afronta el ferrocarril están los recursos humanos y la disciplina, aseguró a Granma Rolando Navarro Hernández, director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba.

Nos faltan cuadros, directivos y técnicos competentes, además de preparación y sistematicidad en la recalificación del personal, apuntó. Hay lugares donde carecemos del dirigente idóneo para esa tarea, pero tampoco tenemos uno mejor preparado que lo sustituya.

Fotos: Ismael BatistaEl trabajo ferroviario requiere tesón, entrega, esfuerzo, voluntad, férrea disciplina.

"Se impone rescatar la disciplina rigurosa que siempre caracterizó a los ferroviarios. Podemos materializar las inversiones, implementar nuevos sistemas de pago; sin embargo, de no lograr el orden y la disciplina que requiere el ferrocarril, jamás avanzamos en su revitalización", subrayó.

"En los últimos años ha disminuido el nivel técnico de los ferroviarios. Entre las principales razones se destacan la insuficiente atención al hombre, deficientes condiciones de trabajo y salarios que no estimulan la productividad ni la línea de ascenso a cargos, temas en los que hoy se toman decisiones, como la pronta implementación de nuevos sistemas de pago por resultados, esencialmente a los trabajadores de la vía, donde" mayor déficit de personal existe.

"Tales situaciones han motivado el éxodo de gran parte de la fuerza calificada, a lo que se suma el envejecimiento de los trabajadores y su consecuente jubilación o deceso", comenta Navarro Hernández.

La Unión tiene aprobada una plantilla de 23 000 trabajadores, cubierta solo al 88%. El 43% posee nivel medio de escolaridad y solo el 4% es universitario (la mayor parte no son graduados en especialidades propias de la rama). Esto —consideró Navarro—, limita el desarrollo de los programas ferroviarios.

El impacto de la carencia de especialistas se refleja en la crítica situación que presentan las labores en áreas técnico-productivas tales como talleres, vías y puentes, comunicación y señalización.

Todo ello es resultado de la inexistencia, desde hace varios años, de escuelas tecnológicas y carreras universitarias específicas de la actividad ferroviaria.

Para revertir la situación, de conjunto con los ministerios de Educación y Educación Superior, se adoptan medidas encaminadas a capacitar la fuerza laboral que demanda el ferrocarril, explicó el Director de la Unión.

Una de ellas consiste en captar estudiantes de cuarto y quinto años de carreras universitarias afines a esta rama del Transporte (ingenieros mecánicos, civiles, eléctricos y otros), para luego de graduados insertarlos laboralmente en el sistema ferroviario y especializarlos por medio de postgrados. Además, a partir del venidero curso 2010-2011 el capitalino Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría empezará a formar profesionales del ferrocarril.

Para entonces un grupo de tecnológicos reabrirán sus puertas a las especialidades ferroviarias, entre ellos: Mártires de Chile, en La Habana; Cándido González, en Camagüey y otro en Pinar del Río; mientras se mantendrá funcionando el ubicado en Sagua la Grande.

El ferrocarril necesita además de obreros calificados: herreros, hojalateros, torneros, entre otros. Para formarlos ya coordinan con las escuelas correspondientes. "Contamos con la base material de estudio, con nuestros propios talleres y los conocimientos de los trabajadores más experimentados, esos son elementos que también nos permitirán formar más y mejores profesionales", precisó Navarro.

Otra de las medidas radica en la integración de los soldados del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) a las labores de la vía; ya están incorporados 300 y llegarán a ser 2 000 a finales de este año. Estos muchachos, aseveró, serán la principal cantera para las carreras universitarias y técnicos de nivel medio. "Recientemente tuvimos un contacto en Las Tunas con un grupo de ellos, y de ahí salieron los cuatro primeros aspirantes", comentó.

La implementación de estas medidas, además de encaminarse a suplir deficiencias existentes en la actualidad en el sector ferroviario, contribuirá, en plena concordancia con las ideas expresadas por Fidel hace 35 años, a que "nuestros ferrocarriles en el futuro, cuando se hayan modernizado, se caractericen fundamentalmente por la seriedad y por la eficiencia, por el sentido de la responsabilidad y por la disciplina".

Y por ese camino se ha de andar, en pos de rescatar y potenciar el necesario oficio del ferroviario.

 

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