Todas las fuentes consultadas concuerdan en decir que Alberto
"Al" Pardo Herreros, 82 años, quién provee el jet privado que
transportará a Posada, es el mismo individuo, cuyo nombre aparece en
los archivos relacionado con el trafico de armas y cocaína manejado
por el terrorista cubano-venezolano.
Bajo el nombre de Ramón Medina y con papeles falsos, el agente de
la CIA Luis Posada Carriles, prófugo de la justicia venezolana, fue
jefe de logística en la base de la fuerza aérea salvadoreña de
Ilopango, en la operación de tráfico a favor de la entonces Contra
nicaragüense.
Son los propios defensores de Posada los que revelaron el nombre
de Herreros, al pedir a la jueza Cardone que autorizará al
terrorista el empleo de un avión privado para trasladarse a El Paso,
por no poder utilizar un vuelo comercial. Indicaron entonces que
Herreros asumiría los gastos de la transportación.
Díaz Lanz se sumó luego a la CIA y realizó, desde EE.UU.,
bombardeos a Cuba que causaron varios muertos. Lanz se suicidó el 26
de junio del 2008, en Miami, al dispararse una bala en el pecho.
Herreros reaparece en los años 70 en África Central, donde se
convierte en un conocido traficante de armas, abasteciendo a
distintas bandas armadas, cuyos intereses corresponden a los de la
Agencia Central de Inteligencia.
Manejó sus operaciones bajo la cobertura de la firma Lomax
International Inc., basada en Miami, Florida.
A mediados de los años 80, según un informe del Inspector General
de la CIA, Herreros ha sido uno de los más activos "contratistas" de
la operación de abastecimiento de la Contra nicaragüense. Era socio
de un tal Michael Palmer, a través de dos empresas, Vortex Air
International y Universal Air Equipment Leasing.
Ambas empresas llevan huellas de la "Compañía".
El mismo informe señala cómo fuentes de las aduanas
norteamericanas caracterizan a Herreros como narcotraficante, una
actividad que desarrolló bajo el nombre comercial de Vortex Sales
and Leasing.
El también socio de Posada, Michael Palmer, es un connotado
narcotraficante que la agencia antidrogas norteamericana usó como
informante.
El 14 de noviembre de 1986, un cable de la agencia AP, redactado
desde Washington, identifica a Herreros como un individuo que el
Departamento de Estado señala como dueño de la firma Vortex y
contratado para abastecer a la Contra.
A finales de los años 90, Herreros fundó Vortex II, dedicándose a
vender fusiles de asalto AK-47 de fabricación búlgara desde sus
oficinas de Miami, con la protección de politiqueros asociados a la
mafia cubanoamericana.
Se dedica ahora a proveer transporte en jet privado a cualquier
parte del mundo.