Al
Maestro se le recordó con canto la víspera de su cumpleaños 157 en
el hogar donde nació, conoció el amor a la familia y aprendió la
palabra que le robara el corazón después: Patria.
Respaldada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la revista
cultural El Caimán Barbudo y la editora Abril, la noche del 27 de
enero dio cita en el patio de la casita de la calle Paula a
cantautores, poetas y amigos, a quienes, al decir del periodista y
escritor Bladimir Zamora, los unía como bandera esencial la
espiritualidad.
"Para
ser un buen cubano hay que ser necesariamente martiano". Así dejó
abierto el escenario, ubicado junto al busto del Apóstol, Fidel Díaz
Castro, escritor, director de El Caimán…, trovador y organizador de
esta vigilia, que se ha hecho tradicional desde el año 2003.
Entre poemas del Héroe Nacional y canciones, los trovadores
Ihosvany Bernal, Juan Carlos Pérez, Diego Cano, Silvio Alejandro y
el guitarrista Rodney Howart, ofrecieron su arte para unirlo al
sentimiento de los miles de jóvenes que en representación de todo el
pueblo marchaban hacia la Fragua Martiana con la antorcha encendida,
y recibieron el aplauso de los presentes, entre los que se
encontraban sus compañeros de oficio Ray Fernández, el dúo Karma
y Luis Morlote, presidente de la AHS.
La formación vocal-instrumental argentina Cuatro de trova
regaló al maestro "Carta al poeta", que parecía retratarlo cuando
versaba: "El valor que hace falta como el agua parece aflorar en tu
pluma".
El entusiasmo propició la inspiración de parte del público para
dedicarle emotivas palabras a Martí, ánimo que siguieron el poeta
Sigfredo Ariel y Yolo Bonilla, uno de los hacedores de la canción
cubana contemporánea, quien apartó la guitarra y declamó unas
décimas suyas para la fecha.