Al ingerir bebidas alcohólicas

¡Alerta con el timón!

Lourdes Pérez Navarro
lourdes.p@granma.cip.cu

De fiestas y celebraciones, así son los días que transcurren. Pero... ¡alerta! Si ingiere bebidas alcohólicas y transita por la vía, son también jornadas de cautela, tanto para conductores como para peatones.

En un reciente informe sobre la situación mundial de la seguridad vial, la Organización Mundial de la Salud asegura que cada año mueren más de 1,2 millones de personas en las carreteras, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales. Se trata de una epidemia que sigue en aumento en buena parte del planeta.

Conducir bajo los efectos del alcohol —apunta— incrementa no solo el riesgo de sufrir un accidente, sino también la probabilidad de que este tenga un desenlace mortal o cause traumatismos graves. El riesgo de verse implicado en un siniestro aumenta, considerablemente, cuando la concentración de alcohol en sangre es superior a 0,04 gramos por decilitro.

Dicen los especialistas que al beber con el estómago vacío el volumen de alcohol en sangre alcanza el máximo nivel al cabo de la media hora. Contrario a lo que se cree, ni el café ni el aire fresco ni el ejercicio ayudarán a la persona a despejarse. Solo el paso del tiempo reducirá el efecto del alcohol en el organismo. Por lo general el cuerpo es capaz de eliminar unos siete gramos de alcohol por hora.

Algunos piensan que bebiendo apenas un par de cervezas o unos "buchitos" de ron, no pasa nada. Sin embargo, aunque ingerido en cantidades reducidas, el alcohol merma las facultades del conductor.

Está comprobado que afecta la vista (las señales del tráfico se ven más pequeñas y se reduce la visión periférica, así como la capacidad de evaluar las distancias y fijar la mirada en objetos lejanos), y el procesamiento de datos, los reflejos y la coordinación se hacen más lentos. Además, los efectos de esta llamada droga legal en el corazón y en la circulación de la sangre, reducen las probabilidades de supervivencia en caso de realizarse una intervención quirúrgica de emergencia.

Es por ello que aconsejan no ingerir bebidas alcohólicas cuando se vaya a conducir, no subirse al vehículo con un conductor que lo haya hecho, ni permitir que amigos o familiares manejen bajo los efectos de tales sustancias.

Alcohol y volante en blanco y negro

Cifras ofrecidas por la Dirección Nacional de Tránsito, muestran que entre enero y el cierre de noviembre ocurrieron en el país 9 440 accidentes en la vía, con un saldo de 681 personas fallecidas y otras 6 743 lesionadas. Los daños materiales ascendieron a 3 970 198 pesos.

Conducir bajo los efectos de la ingestión de bebidas alcohólicas fue la causa de 273 accidentes. Estos provocaron 35 muertos, 323 lesionados y pérdidas por 222 782 pesos. Tal actuación constituye una violación de lo preceptuado en la Ley 60, Código de Vialidad y Tránsito.

Esta legislación prohíbe al poseedor legal o persona encargada por cualquier concepto de un vehículo, conducir o permitir que otro conduzca un transporte destinado a carga o traslado colectivo de pasajeros cuando haya ingerido alcohol.

Si el conductor actúa como chofer profesional, en ningún caso deberá tomar el volante luego de haber consumido tal sustancia; así como no deberá hacerlo quien maneje un vehículo de uso personal cuando haya ingerido alcohol en cualquier cantidad que afecte, aunque sea en forma mínima, su capacidad para conducir.

¿Qué puede pasar si lo hace? Además de poner en peligro su vida y la de otros, el Código dispone —entre otras medidas— que cuando el chofer de un vehículo personal cometa una infracción del tránsito y haya ingerido bebidas alcohólicas, se le duplicará el importe de la multa correspondiente.

Si se tratase del conductor de un transporte de carga o de traslado colectivo de pasajeros, o de un chofer profesional que actúe como tal, por el simple hecho de manejar después de consumir alcohol podrá ser sancionado administrativamente por el órgano correspondiente del Ministerio del Interior con la suspensión de la licencia de conducción por un periodo no menor de 90 días ni mayor de un año.

Pero, más importante que condenar una infracción, es prevenir la actuación: Si toma no maneje, ni permita que lo hagan. Frase válida para cualquier tipo de transporte, vaya por aire, mar, carretera o sobre rieles.

 

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