Difícil
de verdad resulta llevarse un liderato individual, ofensivo o de
pitcheo, en un torneo largo y complicado, con un calendario que
contempla continuos desplazamientos de una provincia a otra. Los
lanzadores tienen que tirar un inning por cada juego efectuado por
su equipo y los bateadores están obligados a una cantidad de
comparecencias, que en nuestra Serie Nacional ascienden a 243.
A todo esto es preciso sumar la cantidad de jugadores con nivel
internacional, olímpicos y mundialistas que compiten en la Serie,
todos con la misma intención de llevarse una distinción importante,
como son, sin duda, un liderato de bateo, de promedio de carreras
limpias o de victorias.
Por
todo lo anteriormente apuntado, dos nombres sobresalen en la
relación de los 10 primeros en bateo y pitcheo: el santiaguero
Alexei Bell y el zurdo avileño Maikel Folch, envueltos en campañas
muy exitosas pero, al mismo tiempo, perseguidos por un pelotón de
estrellas que les darán batalla cuando se reanude la temporada el
próximo martes 5 de enero.
El slugger oriundo del Caney es el clásico "escapado". Le lleva
43 puntos de ventaja a su más cercano perseguidor, el zurdo
inicialista espirituano Yunier Mendoza, y su altísimo promedio de
440 permite elucubrar sobre la posibilidad de una nueva marca de
bateo, en poder del tunero Osmany Urrutia, con 469 en la XLIII
Serie.
Si Bell se lleva en definitiva el título, sería solo el tercer
santiaguero en ganarlo. Antes lo consiguieron Elpidio Mancebo (XI
Serie, con 327 de promedio) y Orestes Kindelán (XXVIII, con 402).
Maikel Folch, el zurdo de Florencia, vuelve por sus fueros luego
de ganar 11 juegos, archivar solo 4 reveses, y promedio de 2,69, en
la pasada contienda, convirtiéndose en un pilar de Ciego de Ávila en
su conquista de la tercera posición. Ahora es el puntero en
victorias, 8, y encabeza a todos los demás serpentineros en promedio
de limpias, un medidor revelador pero que, en muchas ocasiones,
depende del criterio del anotador oficial a la hora de decidir si un
batazo fue jit o error. Pudiera hacer historia también, pues solo un
avileño, Omar Carrero, exhibe la distinción de líder en ambos
casilleros (0,46 y 8 victorias en la XV Serie).
Ambos, Bell y Folch, tienen ventaja aunque la parte más difícil
de la presente justa está por venir. Es cuando la presión de varios
equipos por clasificar hace mella en los jugadores, cuando el
pitcheo se hace más difícil, se cuida más, y los bateadores
comienzan a realizar ajustes, a disminuir el peso del bate para
ganar en velocidad de swing.
¿Podrán Bell y Folch salirse con la suya? Faltan 42 juegos,
cuando hasta el momento ambos clasifican entre los más
sobresalientes de la XLIX Serie Nacional, añadiéndole un atractivo
extra.