Los
últimos dos combates de la lucha cubana, en el 2009, no fueron sobre
los colchones, sino... en la oficina donde se recibió la amplia
votación acostumbrada por estos días. Nos referimos a la ya
tradicional y esperada encuesta que siempre dispara el interés a
finales de diciembre.
Era mucho más claro, por supuesto, el caso de Mijaín López
(división de los 120 kg. del estilo grecorromano). Y tal como se
esperaba se llevó por segunda vez de forma consecutiva (¡sin
empates!) el título de nuestro Mejor Atleta Individual del Año.
López, vale recordarlo, terminó invicto en 21 peleas, y, entre
otros metales dorados sumó el de los Campeonatos Mundiales, en la
ciudad danesa de Herning. Su rival fue el boxeador Roniel Iglesias
(64), también dorado del orbe, en Milán, Italia.
Yasmani Lugo (96 de la greco), oro en el mundial juvenil de
Ankara, Turquía, era uno de los candidatos a la condición de Novato
del Año, pero ese duelo era mucho más difícil, pues aspiraban el
voleibolista Wilfredo León (vamos a repetirlo para intentar fijar la
información: cuarto lugar en la Liga Mundial, en la cual resultó el
mejor en el servicio) y el lanzador Miguel Alfredo González
(subcampeón del planeta, jugador más valioso de la postemporada
nacional, en la que ganó cuatro y no perdió).
La familia de la lucha cubana, mostrando cultura deportiva, quedó
conforme también con este segundo desenlace.
"Nos parece justa la designación de Wilfredo León, quien siendo
todavía juvenil brilló entre los adultos. El nuestro, Lugo, no pudo
avanzar en Herning", dijo Gustavo Rolle, miembro de la federación
internacional.
Ese espíritu, también autocrítico, seguro estará presente en la
proyección hacia el 2010. Y habrá que pensar, entre otras cosas, en
los Campeonatos Mundiales. En Herning se ganaron una de oro (López)
y dos de bronce (también en la greco por obra de Pedro Isaac, de los
60, y Pablo Shorey, de los 84).
No siempre se puede; pero además de las medallas habrá otros
puntos en la mirilla: tratar de que todos los competidores aporten
puntos (para los diez primeros); y que el equipo de libre recupere
la clasificación para la Copa del Mundo (solo ocho países).