Firmas de Gran
Bretaña, Malasia, China y Francia ganaron una puja entre 45 empresas
internacionales por la explotación de importantes yacimientos
petroleros de Iraq, aunque la inseguridad continúa como principal
amenaza.
El ministro iraquí de Petróleos, Hussain al-Shahristani, indicó
que la estatal china CNPC ganó el contrato para desarrollar el campo
de Halfaya en 50 por ciento, mientras la malasia Petronas y la
francesa Total asumieron 25 por ciento cada una.
La meta de producción que pretende alcanzar ese grupo es de 535
mil barriles por día (bpd) respecto a los tres mil bpd actuales, y
ofreció una remuneración de 1,40 dólares por barril.
El yacimiento de Halfaya tiene unas reservas estimadas de 4,1 mil
millones de barriles de crudo, pero mucho mayor es el de Majnoon,
uno de los más grandes del mundo con depósitos tasados en 12,6 mil
millones de barriles.
Al-Shahrestani explicó que durante la misma puja la explotación
de Majnoon fue atribuida a la británica Shell y la malasia Petronas,
que propusieron un costo por barril de 1,39 dólares y una meseta de
producción de 1,8 millones de bpd, respecto a los actuales 46 mil
bpd.
La francesa Total también firmó contrato en ese depósito, aseguró
el titular de Petróleos, quien inauguró junto al primer ministro
iraquí, Nouri Al-Maliki la segunda subasta del llamado período de
postguerra desde la invasión militar estadounidense, en marzo de
2003.
La puja contó con la concurrencia de 45 compañías internacionales
de 23 países y ofreció 15 campos de petróleo y gas, incluido el de
Qurna-2 que también posee reservas estimadas en más de 12 mil
millones de bpd, recordó Al-Shahrestani.
El total de campos licitados cuenta con reservas probadas de más
de 35 mil millones de barriles de crudo, indicaron las autoridades
al apreciar el concurso como un potencial para elevar la capacidad
petrolera de Iraq y ponerlo casi a la par de Arabia Saudita y Rusia.
El gobierno definió como responsabilidad nacional la búsqueda de
opciones propias para desarrollar los yacimientos que no fueron
subastados, además de preocuparse por mejorar la seguridad en el
país, en cuya capital murieron el martes 127 personas por cinco
atentados.
La angolana Sonangol rechazó el precio fijado para el yacimiento
de Qayara, en la norteña y convulsa provincia de Nínive, mientras
ninguna empresa se interesó por la oferta del campo Bagdad Este,
situado cerca de Ciudad Sadr y con 8,1 mil millones de barriles.