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El presidente estadounidense, Barack Obama, aceptó hoy el Premio
Nobel por la Paz en Noruega pero reconoció que existe gran
controversia mundial alrededor del galardón.
Recibo este reconocimiento con honor y profunda gratitud. Es un
premio que habla acerca de grandes aspiraciones, remarcó el
gobernante en un discurso luego de la ceremonia oficial.
Sin embargo, tengo conocimiento de la considerable polémica
causada por este Nobel, en parte porque estoy justo al comienzo de
mi labor ejecutiva en Estados Unidos, dijo Obama.
Pero -agregó- quizás el punto más controversial es el hecho de
que soy el máximo comandante militar de una nación que actualmente
lidera dos guerras en el Medio Oriente.
El viaje del mandatario a Noruega ocurre nueve días después que
anunciara en Washington el desplazamiento de otros 30 mil soldados
hacia Afganistán, donde el Pentágono encabeza una ocupación
extranjera desde 2001.
Como explicación ante estas contradicciones Obama intentó esbozar
en la alocución su propio concepto de guerra justa y el uso
justificado de las fuerzas armadas.
De cualquier manera el Jefe de Estado admitió que su figura se
empequeñece ante otras personalidades históricas como Martin Luther
King o Nelson Mandela, galardonados también con el Nobel por la Paz.