.— El presidente
constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, declaró hoy que no
aceptará ser un exiliado político, en alusión a una solicitud de
salvoconducto a su favor presentada por México, la cual fue
rechazada por el régimen de facto.
"Yo no pido, no solicito, no quiero, no acepto asilo político,
absolutamente, de ninguna sociedad, de ningún país, ni de nadie",
dijo el mandatario en declaraciones a la emisora local Radio Globo.
Zelaya, víctima de un golpe de Estado el pasado 28 de junio,
añadió a la emisora local que él sigue siendo el presidente legítimo
de Honduras y que su mandato termina el 27 de enero de 2010.
Con más de dos meses alojado en la embajada de Brasil en
Tegucigalpa, el depuesto presidente hondureño insistió que nunca
aceptará estar desterrado, exiliado, ni repatriado de la patria que
lo vio nacer.
Ayer, el régimen de facto instaurado hace cinco meses, rechazó
una solicitud de México para que Zelaya pudiera viajar a ese país
junto a su familia y un asesor, aunque señaló que sigue abierta la
posibilidad de otorgarle el permiso de asilo.